Hoy estaba solo en clase de Música.
El profesor explicaba algo que probablemente ya me lo sabía de memoria, así que mejor decidí concentrarme en ti.
Te veías realmente concentrado. Tenías los labios fruncidos y una ceja un poco alzada. Se alcanzaba ver cómo mordías un poco tu lengua, como signo de concentración.
Te veías tierno escribiendo pequeñas notas en tu cuaderno.
Cerrabas tus ojos y movías tus labios, pero no salía ningún sonido de tu boca.
Creo que estabas tarareando una canción. Me habría encantado que la hubieras cantado para todos. O al menos para mí.
De un momento a otro no te veías tan concentrado y volteaste tu mirada hacía mi.
Me mirabas y yo no sabía qué hacer, así que sonreí. Tú te veías muy nervioso. Tus mejillas se tornaron de un color rosa y luego giraste de nuevo para no verme.
No sabía cómo sentirme, me miraste durante unos segundos pero tu reacción fue un poco extraña.
Aún así creo que eres adorable.