Risky Business (Gallavich)

CLOSING TIME

La semana siguiente fue un tanto confusa para Ian. No podía olvidarse de lo ocurrido con Mickey, pero sabía que no volvería a pasar. Era chico de una vez.  Probablemente ni siquiera era gay, tal vez sólo quería probar, después de todo sabía que Ian era gay. Esos pensamientos lo atormentaban a medida que pasaba la semana. Habían pasado 5 días desde el descanso en el Kash & Grab y las cosas finalmente estaban solucionadas. Aunque fuera un barrio pobre, todos eran muy cercanos. La mayoría de la gente se unió para ayudar a Kash y Linda a poner de nuevo la tienda en marcha. Tommy el contratista local, consiguió ayuda para arreglar la puerta delantera e instalar las ventanas. El lugar estaba casi de vuelta a la normalidad excepto por la gente que trabajaba allí, Ian evitaba a Kash desde el incidente. Estar con Mickey se sentía tan fresco y diferente, que de repente su jefe no le parecía tan atractivo. El peligro que sentía antes con Kash no era nada comparado con las ansias de estar con Mickey. Sonrió para sí mismo mientras rellenaba los estantes con productos enlatados. Solo quedaban dos horas para acabar su turno, Kash y Linda se habían ido a casa y le dejaron para cerrar la tienda.

***

Mickey se sentó en el bar y se terminó su cerveza.

“¿Quieres otra Mickey?” Kevin preguntó tras la barra.

Kevin no era el más brillante del grupo, pero tenía un buen corazón. Había estado trabajando con Mickey, alquilándole el apartamento de arriba para su negocio. No le preguntó al chico qué estaba haciendo, sabía que era ilegal y no le importaba. Él y Verónica esperaban gemelos, así que no le importaba de donde viniera el dinero.

“Si claro, gracias”  Mickey respondió mirando la pared. Kevin le dio una botella. Al cabo de unos minutos, sintió que alguien lo miraba fijamente. Se volvió para ver a Kev apoyado en la barra con los ojos fijos en el chico.

“¿Puedo ayudarte en algo?” preguntó.

"Pareces pensativo, todo está bien con... ya sabes... “Kevin señalo con la cabeza a las escaleras.

"Sí, el negocio va bien, tengo otras cosas en la mente" el chico respondió calmado.

“Ah... mujeres... no te preocupes hombre, soy un maestro en arreglar problemas de mujeres. Pregúntale a Vero. Nunca ha estado más de un día sin mi” una estúpida sonrisa se dibujó en su cara.

“Algo así, pero no lo sé... pero olvídate de la mierda que he dicho” Mickey respondió un poco irritado. Se bebió el resto de cerveza de un trago y se dirigió al baño.

….Que semanita... Pensó mientras se calmaba un poco.

Subió la bragueta de su pantalón y permaneció en el baño un par de minutos más. Un sitio tranquilo a diferencia del resto del bar...o en su caso del resto del mundo. Se tomó unos minutos para pensar. Suspiró tratando de ordenar sus pensamientos. Había mentido a Kevin, no le molestaba lo del tiroteo, pero alguien estaba cortando su coca. Había tenido varias quejas de clientes y tenía que averiguar quién era el responsable. Estaba deseando pegarle una paliza a alguien. Salía del baño cuando una pelirroja pasó por su lado. Ella era pequeña y pecosa probablemente tendría unos 10 años.

"¿Qué hace esta cría en el bar?"  Preguntó a Kevin.

“Es Debbie”  Kev respondió señalando la silla al lado de Mickey. Donde había un hombre sentado balbuceando sobre cómo nadie lo respetaba, y lo difícil que era ganarse la vida en este país.

“¿Quién coño es este?” Preguntó Mickey molesto, por la mierda que estaba diciendo.

“Oh mierda. No conoces a Frank” rio.