Mi Ángel - "Ya Nada Será Igual..." (Christopher Vélez)

CAPÍTULO IX

(NARRA JENNIFER)

Christopher se acercó y estampó sus cálidos labios sobre los mios, haciendo que me sintiera en el aire por un instante. Pero inmediatamente lo empujé haciendo que se caiga al suelo.

JENNIFER: ¡¿Que te pasa imbécil?!.. ¿Que te crees que soy?.. Ashh! Si antes no te soportaba, ahora me das asco baboso!

No le di a Christopher ni la mas mínima oportunidad para argumentar su acción. Después de haberle dicho eso, me di la vuelta y corrí hacia la puerta. Puse el código de seguridad e ingresé rápidamente a mi casa.

Al ya estar adentro, me recosté en la puerta mientras tocaba mis labios.

*"El me besó, me besó. No lo puedo creer.. ¡Mi primer beso! Y fue con un baboso desconocido. Pero fue tan lindo y tan dulce, y a la vez tan romántico e inesperado.. Creo que no debí decirle eso, pero fue la verdad.. Es un atrevido!"*

El sonido del auto de Christopher en marcha interrumpió mis pensamientos. Apresuradamente fui a la ventana para ver a escondidas como se marchaba.

*"Mis libros!, deje mis libros en el auto"* me sobresalté.

Abrí la puerta para salir, detener a Christopher y pedirle mis libros. Pero lamentablemente ya era tarde, el ya se había ido desapareciendo de mi vista.

Con bronca, entré nuevamente a mi casa y cerré. Solté un gran suspiro al saber que quizás nunca vuelva a recuperar mis libros, pero ya resignada decidí prepararme para dormir.

Entré a mi habitación, tomé mi pijama del placard y me dirigí al baño. Después de una relajada ducha, me recosté sobre mi gran cama y refleccioné sobre todo lo que me había pasado esa noche, realmente una de las mejores.. En mucho tiempo que no salía a una fiesta, ni tampoco conocí gente nueva en estos últimos años.

Y así estuve toda la noche, hasta que el sueño inundó mi ser y quedé profundamente dormida.

(NARRA CHRISTOPHER)

Después de haber dejado a Jennifer en su casa, estaba volviendo a la fiesta en mi auto. No podía sacar su imagen de mi cabeza, su mirada, esos ojos café, su cabello dorado como el oro, su tez tan blanca y fina, y ni hablar de su sonrisa esos delicados labios rosa adornados por perfectos dientes perlados.

La escena del beso se repetía una y otra vez en mi cabeza. Sus cálidos labios chocando con los mios en un estremesedor impacto. Fué inevitable para mi juntar nuestro labios, necesitaba hacerlo, era como si mis labios me pidieran a gritos rozar la rosada boca de Jennifer.

Jamás había sentido algo así por alguien, ¿El amor a tocado a mi puerta por primera vez?.. Ni si quiera pude expresar mis sentimientos con simples palabras, ¿Será esa una señal de enamoramiento?. ¿Como saberlo? Si, después de lo que hice, Jennifer jamás querrá verme en su vida. Besarla fué un acto realmente estúpido pero a la vez inevitable. Solo espero que el destino vuelva a encontrarnos de nuevo, y asi poder contemplar a ese Ángel...

En fin, ya debo sacarla me mi mente, o por lo menos intentarlo.. El amor no es para mi, y jamás lo será.

CONTINUARÁ...