Thin walls [KTH + JJK]

[9] Gracias

Taehyung mentiría si dijera que jamás cuestionó a su madre por decidir dejar de luchar. No obstante, en ese momento, ya no le importaba, pues su corazón por fin había encontrado la paz que pensó que jamás podría volver a tener.

Sonriendo con ternura, miró a Jungkook, quien paseaba su mirada metódicamente por cada rincón de la florería donde se habían detenido para comprar.

―Vamos, Jungkookie, cualquiera estará bien ―El menor mordisqueó su labio con nerviosismo, negando con la cabeza.

―Vamos a ver a tu madre, Taehyung, ¡no puedo creer que no recuerdes cuales eran sus flores favoritas!

―¡Te digo que le gustaban todas! ―Rió ante la mirada desesperada de su novio. ―Por Dios, Jungkook, no entiendo por qué estás tan nervioso

El castaño frunció el ceño, eligiendo finalmente uno de los tantos arreglos para luego acompañar a Taehyung hasta el cementerio.

―¿Estás seguro de que no quieres acompañarme? ―El menor negó con la cabeza, sonriendo al final.

―No, presiento que necesitas un tiempo a solas, pero en la próxima oportunidad definitivamente iré a presentarme ―Depositó el arreglo en sus manos. ―Espero que le gusten

Taehyung sonrió, diciéndole que no tardaría.

Observó la foto de su madre, saludándola mientras alzaba el pequeño arreglo floral en sus manos, entregándoselo. Habló con ella como hace tiempo no lo hacía, comentándole de sus días en la universidad y el curioso inquilino que había llegado hace ya más de un año a la habitación del al frente.

―Es la persona más dulce del mundo, en serio ―Le aseguró, la gran sonrisa en sus labios volviéndose en una más sutil. ―Y... me hace feliz ―Musitó, bajando la mirada. ―Quería que lo supieras

El silencio se extendió por unos minutos, Taehyung creyó que se estaba volviendo loco al sentir una presencia cálida rodeándole en aquel lugar.

―Gracias, mamá ―Finalmente dijo, alzando la vista hacia su fotografía. ―Gracias por darme la vida, por estar conmigo, por todo ―Sonrió nuevamente. ―Sólo gracias. Prometo llevar la vida feliz que siempre deseaste para mí

Y prometiéndole también una pronta visita, se despidió sin olvidar decirle que la amaba.

Sus pasos que eran pausados, no tardaron en tornarse más ansiosos cuando la silueta conocida de su novio apareció a metros de él.

―¡Jungkookie! ―El menor con suerte alcanzó a voltear cuando el mayor ya estaba abrazándole efusivamente.

―Tae Tae ―Sonrió, correspondiendo a su abrazo. ―¿Pudiste hablar con ella?

―Sí, sí ―Se distanció de él, tomando su mano para tirar de él. ―Estoy seguro de que estará esperando conocerte

―Ohh, entonces yo me presentaré debidamente en la próxima oportunidad

―Debes hacerlo, ¡mamá debe verificar que eres un buen partido!

Jungkook rió, entrelazando sus dedos con los de él. Taehyung fue incapaz de borrar la sonrisa que decoraba sus labios, porque estaba seguro de que aquella vista junto a él era la mejor en todo el mundo.

Porque, Dios, ¿ya había dicho que Jungkook era absolutamente hermoso?

Y él estaba agradecido, totalmente agradecido. Porque si hubiese perdido por completo el deseo de vivir hacer un tiempo, no habría sido capaz de conocerle. No habría sido capaz de ver que en ese mundo lleno de oscuros matices, también había cientos de preciosos y vivos colores.