Naruto: El Sucesor del Sabio de los 6 caminos y su legado.

Homenaje a los caídos

Al mismo tiempo que las raíces caían, los capullos se abrían uno por uno liberando de su interior a todos a quienes habían atrapado.

Aún confundidos los shinobis empezaban a salir del letargo y sentían la fresca brisa de la mañana junto con los rayos del sol del nuevo día, claro símbolo de victoria. Habían sobrevivido a la épica batalla por el futuro de la humanidad.

- Naruto!!! – Ino abrió los ojos y sintió al cálido sol de la mañana, pudo ver a sus compañeros junto a ella que también se despabilaban.

- VICTORIA!!! VICTORIA!!! .- Gritaban los ninjas al darse cuenta que habían sobrevivido, se abrazaban y lloraban en los hombros de sus compañeros.

- Tsunade - Naruto lo conseguiste, siempre te damos las cargas más pesadas y nos salvas de cada situación, nadie se opondrá a que seas Hokage cuando regresemos a la aldea jeje. – Sonreía la voluptuosa Hokage mientras miraba a un punto lejano en el cielo.

- Naruto kun gracias, espero que estés bien, hoy si caminare a tu lado.- Hinata cerraba los ojos juntando sus manos en su pecho.

- Maldito Naruto creo que ya no habrá oportunidad para mí, ya no seré Hokage. – Gritaba Kiba mientras abrazaba a Akamaru, todos empezaron a reír por el comentario.

- Bien creo que de esta nos salvamos por el chico. – Rugió el corpulento Raikage caminando en dirección a Tsunade, al igual que los demás Kages.

- Naruto daría su vida por salvar a alguien, es el gran héroe ahora. – Decía Gaara parándose junto al Tsuchikage.

- "Es un chico muy especial, cabeza hueca pero muy especial" – Pensó el viejo Kage.

- Bueno deberíamos reunir a las tropas, verificar las bajas y regresar a las aldeas, creo que todos necesitamos un buen descanso. – La Mizukage se unió a la conversación, no quiso traer a la realidad a todos pero, había sido una guerra con muchas bajas y heridos.

- Tiene razón Mizukage, creo que si invoco a Katsuyu podría atender a los heridos y transmitir el mensaje para reagruparnos. – Tsunade realizó la invocación y apareció la babosa aunque no tenía ni la mitad del tamaño regular.

- Katsuyu divídete, atiende a los heridos y da el mensaje de reagrupación a todos los shinobis, estaremos en la colina que vigila la bahía. – Tsunade señaló a una colina pequeña que estaba a unos 100 metros de la posición de ellos.

- Hi, Tsunade Sama. – La babosa se dividió en miles y se empezaron a mover por todo el terreno, dejando una pequeña babosa la cual subió al hombro de la Hokage.

- Me sorprende Hokage Hime (princesa) aún tiene chakra para realizar una invocación. – Dijo el Tsuchikage flotando en dirección a la colina.

- Bueno la verdad no puedo ni mantenerme en pie, por eso mi invocación es tan pequeña.- Tsunade estaba al límite, tomó asiento y se cruzó de brazos a esperar.

Todos los Kages imitaron la acción y se limitaron a ver el gigantesco cráter en donde estaba lo que quedaba del Shinju, el área había sido destruida casi por completo, cada uno reflexionaba sobre cada etapa de la batalla y los escenarios que pudo haber tenido, pero se lo guardaban para si mismos, la victoria se había conseguido y eso era lo importante.

Pasada una hora los reportes de las babosas empezaban a llegar, el tamaño del área y las dimensiones tan pequeñas de las babosas habían dificultado el encuentro con los shinobis, cada grupo ya había empezado el rescate y atención de los heridos.