Naruto: El Sucesor del Sabio de los 6 caminos y su legado.

Sueño Expuesto

(Los diálogos están en NEGRILLA )

- ¿Qué es esta la luz?-

La luz intensa iluminaba la noche como si del medio día se tratase y las raíces que emergieron del suelo empezaban a rodear con vendas hechas de si mismas a todos los ninjas, creando una crisálida, solos los cuerpos resucitados por el edo tensei no estaban bajo el poder del tsukuyomi y tampoco eran atrapados por las raíces del Shinju.

-Hashirama: Maldito Madara ese es el Jukai Koutan; ¿está encerrando a la gente usando la energía vital del Shinju?

Oscuridad.... Oscuridad...

- Voz infantil: Oooookaaaaasaaannn! Oookaaaasannn! (mamá).

- Voces infantiles al unísono: Ooookaaaasaannn!

- Aa! ¿Qué paso?, ¿Y la guerra? ¿Dónde estoy? - Se despertó agitada la kunoichi dando un salto de la cama de sábanas blancas y cobertor morado donde había estado dormida (al parecer), sin aún comprender lo que pasaba.

- Esta definitivamente no es mi habitación - Habló para si misma analizando el cuarto donde estaba, sin embargo percibía un gran sentido de familiaridad en el ambiente como si todo a su alrededor le perteneciera.

- Oooookaaaaasaaaannn!!!

Nuevamente las voces infantiles volvieron a gritar, haciendo dar un brinco a la ninja.

- Qué!!! ¿No fue un sueño? Pensé que había soñado esas voces - se sorprendió al escucharlas de nuevo e inmediatamente dejó su análisis y salió de la habitación, para encontrarse con un corredor largo que al final del lado izquierdo tenía unas gradas que conducían a la planta baja de donde se escuchaban a las mismas voces infantiles conversar entre ellas.

- Niña - Seguro se le hizo tarde y olvido a hacer el almuerzo, creo que hoy vamos a comer.... RAAAAAMEEEEENNN!!! Ttebayo.

- Niño - I chi ra ku, I chi ra ku, I ch ira ku - cantaba alegremente el niño, canto que se hacía más fuerte según llegaba a la planta baja la kunoichi.

- Niño - (fingiendo la voz más grave para sonar mayor). Yo no entiendo porque insiste tanto en ir a recogernos a la academia si ya somos grandes y fuertes - cuestionó el niño, luego empezó a toser debido a la fuerza que ejerció a su pequeña laringe.

- Niña - Ajajaja onii san recién es nuestro primer día y ya te crees Hokage como nuestro padre, baka!!!

Cuando llegó al final de las escaleras finalmente los vio, dos niños hablando animadamente sentados en un sillón bastante grande ubicado junto a la puerta de entrada, ambos vestían chaquetas de color naranja con camisetas purpuras, unos shorts negros un poco largos para llamarlos así pero hacían juego con todo el conjunto y las clásicas sandalias ninjas reglamentarias.

- Okaaaaasaaan!! - Ambos niños se abalanzaron a abrazarla, entre más cerca estaban más detalles podía ver y reconocer.

Ambos tenían el cabello rubio, aunque el niño tenía un tono más cálido, un amarillo como el sol, pero lo que más notaba era su risa como de un zorro cachorro y travieso, con unas marcas como bigotes en sus mejillas no muy marcadas pero se veían en su tono de piel bronceada. Ella tenía un tono mucho más claro de cabello un rubio casi cenizo con la misma risa pero sin las marcas, con unos rasgos faciales más delicados y una piel blanca como nieve.

Pero si algo resaltaba eran los ojos azules tan intensos que ambos tenían; era como ver el cielo en un día soleado y despejado, realmente cautivadores.

- ¿Okasan? ¿Yo? - se sorprendió al saber que los niños se referían a ella, pero sentía y sabía que eran sus hijos y se arrodillo y abrazó cuando al fin la alcanzaron; sin darse cuenta sus lágrimas empezaron a brotar de sus ojos azules, sentía el amor por sus hijos y el de sus hijos por ella nunca se había sentido tan feliz y completa.

- Niño - Okasan ¿por qué lloras? - miro el niño a su madre mientras pasaba su pequeña mano por la mejilla, acariciando y limpiando sus lágrimas.

- Niña - No estamos enojados porque no fuiste a la academia a vernos, ummm y tampoco por la comida podemos comer ramen todos los días.

Se puso de pie acomodando su falda morada y cuando iba a hablar finalmente, se escuchó en la puerta que alguien había llegado.

- Ooi!! Ino Chan olvide mis llaves puedes abrir ttebayo -

Ambos niños corrieron en dirección a la puerta gritando - Otoosaaaaan!!! Otoosan!!(Papá) - abrieron la puerta y abrazaron a quien estaba afuera, él los abrazo cariñosamente y cargó en cada brazo para ingresar a la casa.

- ¿Na Naruto? - Ino abrió sus ojos como si un espectro estuviera parado frente a ella y también empezaron a llenarse de lágrimas, no eran de tristeza más bien de alegría, alivio y algo más era... ¿amor? no entendía la mezcla de emociones que sentía.

Naruto notó el estado de Ino dejo a los niños en el piso y les dijo - vayan a cambiarse que hoy el almuerzo va por mi cuenta ttebayo - ambos corrieron en dirección a las escaleras perdiéndose del alcance de la vista de sus padres.

- Ino chan ¿Qué pasa? ¿Estás bien? - Naruto dijó, con un tono de mucha preocupación                   - Disculpa si no he pasado tanto tiempo con ustedes, pero con el inicio del nuevo curso en la Academia estoy bastante ocupado ya sabes qué debo hacer los nuevos equipos basados en las destrezas de cada genin y eso toma tiempo - Naruto dijo esto poniendo una cara de cansancio como si no hubiera dormido en días. - Ser Hokage es más pesado de lo que pensaba pero "yo jamás me rindo, yo jamás retrocederé a mi palabra ese es mi camino ninja"- Naruto puso su típica sonrisa que ha traído tanta esperanza y confianza a todo el mundo shinobi al terminar la frase.

Naruto se acercó y abrazó a Ino quien lloraba sin dar crédito a lo que veía y escuchaba, estaba ahí de pie siendo abrazada por Naruto; él cual se acercó a su oreja para susurrarle.

- Te Amo Ino -

Ino sintió como si cayera de un acantilado, sintió ese vacío en el estómago cuando estás enamorado y ves a la razón de tu desvelo. En ese momento rodeo a Naruto con sus brazos y lo apretó tan fuerte como si supiera que si lo soltara todo se esfumaría y quería mantener ese momento por siempre.

- Ino chan - Naruto tomó el rostro de la rubia delicadamente como si fuera una flor que al tocarse se marchitase y desapareciese, para besar con toda la ternura y pasión contenida los labios de su amada.

La rubia correspondió el beso y lo sintió como una bocanada de aire fresco luego de haber estado sumergida por mucho tiempo y finalmente pudo hablar.

- Te amo Naruto Kun.-