Contra todo pronóstico

Capitulo 2. Sol Pelícano (I)

-Señor Benson, señor Palmer, señor Miller, Bienvenidos al Hotel Sol Pelicano en Isla de la Juventud, estas son Katrina Reyes y Vera Stevenson. Yo soy Greta Mercier, acompáñennos por favor-pedí alzando un poco la voz mientras ellos subían con parsimonia

-Êtes-vous français?- preguntó el más moreno mirándome lascivamente.

-Je suis né là -Respondí con gracia marcando el acento francés.

-Très bien-volvio a contestar él haciendome sonreir.

Un carraspeo nos interrumpió e inmediatamente volví a centrarme en la explicación.

-Cada una de nosotras hemos sido asignadas para enseñarles este hotel y atenderles personalmente como ustedes solicitaron, el director, que se reunirá con ustedes más tarde les desea una buena estancia y les ruega que cualquier incidencia o necesidad le sea personalmente notificada. Si están de acuerdo nos dividiremos para enseñarles este hotel- hice una pausa y miré sus caras que expresaban diferentes emociones así que me decidi a dividir las parejas.

-Katrina, acompaña al señor Palmer a las suite Black para que se instale por favor- ella me miró alegre y eso me hizo fruncir el ceño -No la cagues- susurre con cuidado de que solo ella me escuchase.

Desaparecieron por uno de los ascensores de tubo dejándonos atrás.

-Tu Vera cariño, ¿podrías acompañar al señor Miller a la White? Nos reuniremos en un rato en el comedor para enseñarles esa zona -Mi inocente amiga me miro meditabunda y al final asintió.

-Si es tan amable señor Miller, acompáñeme-pidió educadamente mi amiga. Pero él se le quedo mirando para luego asentir. -Puedes llamarme Leo-dijo el chico sonriente. Vera sonrió encantada. -Leo... tu puedes llamarme Vera- y así se fueron charlando animadamente mientras Vera le enseñaba todo a su alrededor con una sonrisa

-Bueno, supongo que a mí me toca contigo-dijo de manera grosera el arrogante Carter Benson. Me quede mirándole con una ceja alzada. Y yo que pretendía no juzgarle a primera vista.

-¿Es usted siempre tan borde señor Benson?-él alzó una ceja al igual que yo y me miró incrédulo. En ese momento pensé que ya la había liado y que el señor Benson haría que mi despido fuera inminente, pero al contrario de lo que yo pensaba comenzó a reírse.

-Y usted señorita... ¿es siempre tan contestona?-dijo entre risas. No sé por qué pero eso me hizo reír y acabamos riéndonos los dos en el hall del hotel mientras la gente que se hospedaba allí nos miraba intentando saber de qué nos reíamos y reconociendo a mi acompañante.

-Sígame por aquí, le mostrare su suite-indiqué dándome la vuelta y empezando a caminar.

-Cuénteme señorita... ¿Mercier verdad?-preguntó dudoso.

Asentí levemente. -Cuénteme señorita Mercier, ¿en qué se diferencia el hotel Sol Pelicano de otros hoteles de lujo en cuanto al servicio?-preguntó seriamente mirando todo a su rededor.

Me aclaré la garganta y comencé a explicarle. -Bueno señor Benson, como usted podrá comprobar disponemos de servicio continuado de atención al cliente, y servicio privado. Disponemos también de suites presidenciales de lujo y hemos sido distintivo de la calidad en la isla por nueve años consecutivos. Además, ahora en cuanto lleguemos a su suite comprobara que sus maletas han llegado antes incluso que usted- expliqué mientras esperábamos al ascensor.

El asintió pareciendo complacido y el ascensor acristalado nos dio paso.

-Bonitas vistas- comentó mientras el ascensor subía y podíamos admirar el hermoso paisaje que se abría por los grandes ventanales.

-Se puede ver toda la playa incluso el principio del pueblo desde aquí-afirmé dándome la vuelta para mirarle, pero en ese momento me di cuenta de que la única en ese ascensor que miraba el paisaje era yo. El simplemente me miraba a mí.

Enarqué los ojos y me volví a girar para seguir hablando, y no paré de hacerlo hasta que no llegamos a la puerta de la suite Imperial.

Pocas veces llegábamos a ver esas habitaciones tan lujosas que prácticamente eran un pequeño apartamento dentro del hotel. Tanto la suite Imperial como la Black y la White disponían de un baño completo con un extenso plato de ducha y a la vez una bañera gigante con chorros. Tras la puerta de entrada pude comprobar que el precioso saloncito que presidia la suite se encontraba perfectamente ordenado como la última vez que lo había visto. De frente se encontraba un balcón de buen tamaño que marcaba la diferencia de la suite imperial con las otras dos; Las vistas desde allí eran simplemente exquisitas. Como desde el ascensor podía contemplarse toda la playa y la siguiente a un par de kilómetros. A la izquierda había una puerta que daba directamente al dormitorio que a su vez comunicaba con el baño. Cuando pasamos por el dormitorio el señor Benson me habló de que le gustaba la rapidez del servicio de botones en haber dejado su equipaje antes de que él hubiese ocupado la suite.

De inmediato comprobó la comodidad de la cama y la luz que ofrecían las lamparillas. -Un hábito de lectura nocturna-explicó con una sonrisa.

En ese momento me permití examinarlo un poco más a fondo de lo que había podido hasta se momento. Tan solo era unos años más mayor que yo, pero vestía de aquella manera tan formal que le hacía parecer incluso más mayor aun. Parecía alguien simpático y con ganas de vivir la vida al contrario del cretino multimillonario y mujeriego que Kat nos había contado que era, pero en ese momento no sabía la locura que estaba pensando y lo equivocada que estaba. Solo hacía falta darle un rato para hacerme pensar lo contrario.

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Y bien, hasta aquí por hoy. ¿Que os ha parecido? Se que estos capítulos son un poco mas de introducción y por lo tanto, son algo mas rollo, pero bueno.

También os dejo en la parte de multimedia la foto de los tres hombretones, como en el anterior os dejé la de las chicas, y como no, Carter Benson siempre ha estado en mi cabeza como mi amadísimo Tom Felton.

Y bueno pues nada, contadme que os ha parecido y si os está gustando lo poquito que llevamos, como ya os dije, tengo todos los sentidos puestos en esta historia.

En fin, como siempre os digo...

NOS LEEMOS EN EL SIGUIENTE!!