Subo por las cordilleras
del ánimo para terminar
en desánimo.Un suspiro tras otro
que me vuelve loco
y el adiós, que se
hace obvio.Escuchó el canto del llanto
mas no puedo alcanzarlo
y me pierdo en la desesperación,
pero no por tanto.
Al ver un árbol
con flores de encantó,
rodeadas por las yerbas
del dolor y el engaño.Por último... Me escondo;
en la supuesta tranquilidad
del silencio y el olvido.
Que traga como pozo,
que no tiene fondo.