Capitulo 2.

3.9K 617 203
                                    

Capitulo 2: Charla.

Joder, soy tan original al poner nombres en capítulos. dshaskahn.

Los nervios consumían la mente y cuerpo de ambos chicos ¿Qué harían al encontrarse en clases? ¿Nada? ¿Actuar como si todo lo ocurrido fuera una estúpida pesadilla? Algo producto de su imaginación.

El rubio se movia con lentitud, mientras se ponía el uniforme del, ahora, internado. No haber dormido nada había sido una muy mala idea, sentía el cuerpo y los párpados pesados, aparte de no poder evitar bostezar en menos de cinco minutos.

Mientras, el peliverde mantenía dos cucharas frías en sus ojos, para que la hinchazón en ellos bajara, ¡y vaya que le funcionaba! En menos de media hora sus grandes y bonitos ojos estaban como nuevos. Se colocó sus zapatillas y salió de su habitación, dirigiéndose hacia el edificio de las aulas.

Estaba por entrar en el salón de clases, cuando escuchó las voces de sus dos mejores amigos pronunciar su nombre, rápido y en silencio, se pegó a la puerta a escuchar su conversación.

“Esto no es espiar, es informarse”.

Se dijo para quitar esa pequeña inquietud que sintió en el pecho al apoyar la cabeza contra la puerta.

—¿En serio lo oíste? —murmuró Iida.

—¡Sí! Estaba llorando, comenzó a hacerlo después de entregar la carta, ¡realmente cumplió la promesa! —susurró, entre gritos, la castaña.

El peliverde mordió su labio inferior con frustración y vergüenza, no quería que nadie lo escuchara llorar. Si otra persona se enteraba de lo que ocurría, no aguantaría más y se tiraría del sexto piso cometiendo suicidio, y ahora que lo pensaba, no sonaba tan mala idea.

“Joder, no. No puedo caer tan bajo por un amor no correspondido”.

Golpeó su cabeza contra la puerta sin medir fuerza, de inmediato sintió que una punzada de dolor recorrió toda su frente.

—¡Ay, duele! —chilló.

Con sus manos cubrió su ahora enrojecida frente, intentando soportar el dolor.

“Bien echo, idiota”.

Se dijo.

Los dos chicos que estaban dentro del aula salieron rápidamente al escuchar el quejido del pecoso, observaron cómo Izuku caía sentado en el piso, sobando su frente.

—¡Por Dios, Deku! ¿Estás bien? —preguntó la chica, ayudándolo a levantarse.

—S-sí, gracias, Uraraka. —Le sonrió.

—¿Qué es lo que sucedió, Izuku? —preguntó Iida, observando como los dos entraban en la habitación, siguiéndolos desde atrás.

—Me vine trotanto y cuando me disponía a tomar el pomo de la puerta me caí. —Sonrió nervioso, y tembló.

La castaña y el peliazul se miraron con desconfianza, algo les decía que el peliverde había estado espiándolos.

Ambos amigos suspiraron con pesar, la chica se acercó al pecoso y lo abrazó con fuerza, sorprendiéndolo.

—Sabemos que escuchaste —dijo, mientras apoyaba su mentón en el hombro de su amigo—. Sé que es duro, Deku-kun, pero ya es hora de que te olvides de él.

Se alejó un poco sin romper el contacto, conectaron sus ojos; acarició su mejilla y besó la otra.

—Después hablaremos de esto en tu cuarto, los tres —habló Iida, después de haber observado como se separaban y se sentaban en sus lugares.

—Está bien.

Agachó la cabeza, intentando ocultar un ligero sonrojo que se había apoderado de sus cachetes, junto con una tímida sonrisa.

// PAUSADA // A distancia[ Boku no hero  / Katsudeku ] BOOK 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora