Capitolo #9

1.7K 131 4
                                    

Luego de que mi pequeño héroe me diera ese globo rojo, decidí guardarlo, lo puse en el bolsillo de mi shorth que hacia conjunto con una blusa rosa. Me metí a mi casa, me había cansado de estar con mis primas y mi mamá al ponerme en su regazo se me cae el globo.


— que bonito globo princesa, quién te lo dio
— quis... — dije aún sin poder pronunciar su nombre —
— ¿quis? — me preguntó sin entender — ¿quién es quis?
— quis mami, quis él me salvo del pero malo
— oh... Jajajaja Christophersito
— si
— ¿y por qué te lo dio?— me miro con una sonrisa muy grande —
— porque su pelota empujo mis juguetes
— hizo bien en querer reparar lo que hizo. Vamos nena a que te refresques, has estado mucho tiempo en el sol

En la noche, guarde mi globo en una cajita de joyas de niña que mi abuela me regalo, tiene una pequeña llave. Ahora de grande esa cajita roja en forma de corazón solo tiene cosas que contengan cosas relacionadas a chris.
Al día siguiente iba a pasear con mi primo mayor de diez años, su nombre es patricio, es muy lindo de ojos grises y cabello rizado, hoy en día se lo plancha. Mi madre salía detrás de nosotros y tenía mi globo en la mano pero inflado, me enfureció ver mi globo así, porque se gastaría, así que yo muy berrinchuda le quite mi globo a mamá de un manotazo, ahí comenzó mi manera rara de defender lo que es de chris...

— ¡_______!— me regañó — ¿y eso? — me miro enfadada — tú jamás haz hecho eso
— no quiero así mi gobo...
— patri, esta niña no ira por malcriada
— si tía...

Mi primer castigo jajajaja... Patricio desinflo mi globo que por suerte lo había cogido en el aire y me lo dio a escondidas. Años más tarde me recordó esa escena y le tuve que confesar mi amor por chris. Entre a casa y vi a chris al frente con su pelota con media sonrisa, luego vinieron sus amigos y se lo llevaron.
Pasaron días, meses, muchos meses, tanto que ya tenía casi siete años. Como era costumbre, mi padre lo llevaba a la escuela, ahora a mí también porque estaba en la primaria. Con él no cruzaba ni media palabra, yo me sentaba atrás y él adelante con mi papá hablando de fútbol. Mi chris desde pequeño era una promesa del fútbol, su padre era conserje en un club de nuestra localidad, así que chris jugaba ahí.
Hasta que un día, papá se demoro en salir, él ya estaba esperando apoyado en la puerta del auto y yo dándole la espalda, tratando de que no me descubriera, ese afecto que tenía en mí.

— oye ______, creo que eres muy... Muda

Me sonroje, no sabía que decirle, ni darle la cara podía

— hace unos meses estaba sentado en tu mesa cenando en noche buena. Nuestros papás son amigos y creo que tú y yo deberíamos ser iguales ¿no crees?

Vaya, pero si él tampoco hacia el intento de hablarme

— entiendo que no te caigo bien, por eso no me hablas
— pero tú tampoco lo haces — logre decirle casi enojada aún sin verlo—
— porque siempre tienes la mirada a otro lado cuando me acerco. Creí que no soy de tu agrado
— no me caes mal
— ¿y juegas un deporte?
— no mucho
— voltea. Vamos a conservar mientras tu papá sale

Respire y gire, él estaba haciendo unas maniobras con la pelota y se detuvo al verme, rápidamente sus ojos intensos me provocaban nerviosismo

— amo el fútbol, que te parece si te enseño
_ ¿a mí? ¿para qué?
— para tener algo de que hablar, hasta que te a costumbres a mí. Tal vez seamos amigos

Sonreí, él estaba loco si creía que yo iba a patear una pelota, a sudar y a despeinarme... ¿y qué paso? Termine así y más enamorada de él...

Secrets Of Friends +Christopher Velez y Tu+Where stories live. Discover now