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Eran la 2:38 am, salí con cuidado por la ventana de mi habitación.

Camine hasta la fiesta con las manos en los bolsillos de la chaqueta negra.

Estas fiestas eran para distraerme, ya que eran algo así como "especiales".
Les explicó, hay un momento en que las luces se apagan y las personas que no estén apegadas a la pared son cogidas por otra persona cualquiera, y deben hacer los que se les plazca uno con el otro, luego sigue todo normal. También está el juego de los vasos, pero ese es algo más "extremo".
Te colocan muchos vasos y abajo de unos de ellos está una pelota color rojo, y si no la encuentras debes tener sexo con la persona que apostaste.

Llegue a la calle correspondiente y la música se escuchaba demasiado alto, sonreí gustosa y entre.

Me encontré con mis amigas y tomamos Vodka y tequila.
Bailamos entre nosotras.

-Hey Emma -Me dijo algo alto a mi oído.- Debemos ir a la pared, van a apagar las luces -Reí, al parecer el alcohol había hecho un poco efecto en mi sistema.

-No, quiero que esta noche para mi -Ella rió y se fue. Camine sin rumbo alguno.

Despeinó un poco mi cabello y tome el último sorbo de mi vaso rojo.

Me quedé quieta ya que todas las luces se apagaron, sonreí cuando alguien me tomó por la cintura, pude descifrar que era un chico muy alto, me acerco a él y lo tome del cuello, lo besé y comenzó un beso apasionado.

Todo Cambió  [Nash Grier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora