6. Bienvenido

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Solo oía el ruido de las botas por el pasillo. "Millones de dólares..."

Las puertas se abrieron y el recluta se cuadró ante su mesa, haciendo entrechocar los tacones y arreándose tal golpe con el canto de la mano sobre su frente que Brannan, de espaldas y sin haberlo visto entrar, sabía que era un novato saludando.

-El módulo ya es seguro, mi comandante.

"Millones de dólares costó..."

Brannan no respondió, ni tan siquiera se giró para mirarle, seguía mirando por la ventana del duodécimo piso, observando como decenas de soldados correteaban alrededor de aquella nave como hormigas alrededor de una hogaza de pan duro, entrando y sacando trocitos en cada viaje de vuelta al hormiguero que era el hangar 18. Habían pasado... ¿15? ¿16 años? No recordaba cuando habían partido las mas de mil almas que formaban parte de la Astra, y en los últimos 4 años no habían sabido nada de ella, perdieron comunicación con el personal de abordo un 22 de Marzo y 4 días después los últimos registros de SPS indicaban que se habían desviado de la órbita de aquel planeta rojo, desapareciendo del radar. Enviaron la flota de rescate, pero por no hallar no hallaron ni el planeta, tan sólo un agujero negro que apunto estuvo de tragarse toda la flota.

Protocolo de seguridad 6: a la mierda con todo, no hay supervivientes, vámonos cagando hostias de aquí. El propio Brannan había autorizado el procedimiento.

No habían vuelto a saber nada hasta hace dos semanas, cuando llegó señal de auxilio, confusa, pero lo bastante clara, y el SPS reubicó inexplicablemente al módulo A751 de laboratorios de la Astra a unos diez días de viaje hasta la tierra. Lo prepararon todo diligente y discretamente (habían mas de mil familias muy descontentas con la Corporación, no había lugar para reencuentros parciales), aislaron unos diez kilómetros cuadrados y extremaron las medidas de seguridad armamentísticas y anticontagio. Era la hora de la verdad.

"Millones de dólares costó y ahora..."

-¿El informe?-Inquirió Brannan tan gélido como de costumbre.

-Ya se ha transferido a su Pad, comandante.

Se sentó en su mesa y conectó el Pad. Brannan estaba agotado de leer informes, pero la curiosidad pudo con su hastío, necesitaba respuestas, respuestas suficientemente válidas como para contentar a la corporación y, corporación mediante, a la opinión pública. 

Sus ojos se deslizaron ávidos sobre el texto, frunciendo el ceño y descolgando su mandíbula inferior a medida que avanzaba el texto:

"...deplorable estado del laboratorio, debido en su mayor parte por numerosos daños por impacto de bala, a priori calibre 400...

...cadáveres alienígenas retirados y puestos en cuarentena, no hay infección contagiosa aparente, ningún bioscanner ha dado muestras positivas...

...cadaver humano reconocido por ADN: Sargento Kenna, Peter Alfred, ASTRA ID 00871...

... logs de sistemas del laboratorio transferidos a Central de Investigación, las muestras alienígenas han sido aisladas y enviadas bajo custodia... 

...la explosión, encontradas trazas de hidrógeno tratado y metralla, posible uso de Granada H para volar el terminal...

...FDO: Teniente Purcel A.T."

Brannan alzó la vista y aquel memo parecía una fotografía en 3D, estaba seguro de que el imbécil no había pestañeado siquiera; no era a él a quien necesitaba, sino al idiota de Purcel.

-¿Donde diablos está el resto?- Brannan intentó suavizar el tono de su enfado.

-¿Señor...?

-Logs de video, logs de los sistemas de mantenimiento, diarios de a bordo, joder, TODO.

No podía ocurrir otra vez, esta vez no iban a enterrar en el secretismo corporativo lo que ocurrió en la Luna 6 de Axper... en aquel entonces era Teniente, ahora era el comandante. Se levantó de la mesa y respiró hondo. Se volvió a mirar de nuevo por la ventana y maldijo entre dientes cuando vió al pie del módulo una hormiguita diferente de las demás. Una hormiga con una gabardina blanca. Ya habían llegado y ya era tarde.

-¿Señor?

-Dígame recluta

-Purcel me entregó esto para usted- extendió la mano hacia el comandante portando un sobre.- Hizo unas cuantas fotos sin que el agente de la corporación lo notara; dijo que usted lo agradecería.

Un sorprendido Brannan cogió el sobre. Al fin y al cabo, parece que no eran todos tan idiotas. 

-¿Las has visto?- Preguntó mientras ojeaba las fotos

-Estaba dentro señor- Si hubiera alguien más en la habitación, hubiera visto como el soldado esbozaba una ligera sonrisa.

Brannan observó detenidamente las fotografías sin mediar palabra. Sus ojos se movían con lentitud, recorriendo todos y cada uno de los cms. cuadrados de cada foto, y según pasaba a la siguiente fotografía, se atisbaba un brillo de incredulidad en los ojos del comandante.

-Las cápsulas... estaban.... ¿activadas?

-Sí señor.

-Y... ¿sin supervivientes?

-No señor.

-¿Viste el log de mantenimiento de las cápsulas?

-Sí señor. Todo en orden, señor.

-¿Que le ocurrió a Kenna?

-Creemos que sufrió un ataque de pánico dentro de la cápsula y se suicidó, señor. La compartía con el otro superviviente. Disparó hasta en cuatro ocasiones su arma, señor. 

Brannan depositó las fotos sobre la mesa y se pellizcó el puente de la nariz. Empezaba a hartarse de la corporación.

"Millones de dólares costó y ahora un gilipollas manda a la Tierra lo que queda del Astra con ocho cápsulas llenas de cantos rodados."

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