008: Fuera de control

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Nuestro internado hoy jugaba contra una de las mayores ligas. Era algo bastante importante, pero no tenia ganas de ir.

— Deberías venir al parido, todo el mundo va a estar ahí —dijo Ivan, se le notaba algo desanimado por el teléfono.

— Estoy muy cansada, id y pasadlo bien por mí, ¿okay? — dije

— Esta bien, nos vemos mañana, bye — dijo y después colgó.

Camine hacia el baño. Las burbujas llenaban la bañera y el olor a coco  inundaba la estancia. Después de todas las cosas que me pasan, esto era lo mejor.

Justo cuando iba a entrar a la bañera el molesto sonido del timbre me interrumpió. Me tomó tan de sorpresa que di un pequeño salto.  Puse la toalla alrededor de mi cuerpo rápidamente y fui a ver quién era.

Cameron, uno de los mejores amigos de Jayden estaba parado enfrente de mi puerta con una cara de preocupación inmensa.

— Tienes que ayudarme — dijo rápidamente — Jayden a empezado a romper cosas en su habitación, esta como loco, ha perdido el control. No sabia a quién buscar. Todo el mundo esta en el partido. — dijo tan rápido que casi no pude entenderlo.

— Primero de todo, relájate. — hice una pausa. — Déjeme ponerme algo de ropa.

Cameron se fue por donde vino. Me puse algo de ropa los más rápido que pude y fui directamente a la habitación de Jayden.

Al llegar pude ver que la puerta estaba abierta, todos estaba echo un desastre y parecía que iba a más.

Cameron no mentía, estaba fuera de control. Su cara estaba roja y sus ojos también.

— Jayden — susurre, su respiración estaba agitada. Podía sentir su ira a kilómetros de distancia. — ¡Jayden!— grite esta vez, me acerque donde él estaba.

— Vete — me dijo — ¡Que te vallas! — su voz se rompió. Cayó al suelo como un muñeco de trapo, sin fuerza ninguna.

Le hice una a seña a marcos para que se fuera y así lo hizo. Me acerqué más a él, puse mis brazos alrededor suyo y lo abracé.

— Yo...— intento decir algo pero lo corte

— Shh, no pasa nada. No me tienes que dar explicaciones — dije con voz suave

Pude oírlo sollozar en mi hombro. Estuvimos en esa posición el tiempo suficiente para notar lo rápido que su corazón estaba latiendo en ese momento, lo desesperado que estaba.
Un susurro salió de su boca pero lo interrumpí inmediatamente.

— Shh, no hables. No ahora. — dije mientas acariciaba su rostro— Relájate, no tienes porque contármelo, no ahora.

El silencio era lo único que ocupaba el lugar, no era uno de esos silencios incómodos que te hacen perder la cabeza, ni unobde esos que hacen tus manos sudar y tu corazón acelerase. Era uno de los buenos, de los que todo el mundo quiere experimentar, que todo el mundo quiere sentir. Sentada en ese suelo con ya el culo plano probablemente me hizo darme cuenta de una cosa.
Jayden es solo un niño asustado. Asustado de algo que yo no sé y que bueno, todavía no me apetece saber. Detrás de esa egocéntrica y fea apariencia, hay un niño. Que aunque parezca grande. Tiene miedo, como todos. Aunque eso no justifica sus acciones.

— Ahora voy a entregar las notas del trabajo de Romeo y Julieta. — la profesora camino hacia mi con una gran sonrisa en su cara y me entregó mi ensayo con un cien escrito en la esquina superior derecha.

— Veo que trabajaste duro, muy bien — oh si, os acordáis my compañero con el que tengo una relación amor odio, si ese mismo. Al que le dio un 'mental breakdown'. Bueno, ahora me está restregando que tiene una nota perfecta en un trabajo que prácticamente yo hice.

— ¿Muy bien? — lo miré incrédula — Estaría mejor un gracias por salvarme el culo Alex, y otra vez gracias porque ahora tengo un cien en esta clase.

— Y porque diría eso, yo también hice parte del trabajo ¿no? A demás a saber lo que hiciste para que algún tonto te acabará el proyecto. Veo que esa boca tiene más utilidades de las que me pensaba.— dijo mirándome fijamente.

La profesora se había ido por un momento y nos pidió que nos comportáramos. Que mal que yo no se como se hace eso. Di un golpe fuerte en la mesa y en un movimiento busco le cogí de esa bonita cabellera y le pegue la cabeza en la mesa de un golpe. Intente controlar mi fuerza para no hacerle mucho daño.

Por su cara se veía que estaba bastante asustado. Todavía tenía su pelo en mis manos y poco a poco iba poniendo más presión.
Me acerqué a su oído y susurré— Okay, te voy a dejar unas cuantas cosas claras amor. Número uno, si no quieres que el siguiente golpe sea en tu cara te vas a callar la puta boca. Número dos, si quieres conservar esta preciosa cabellera que tienes me dirás lo enteramente agradecido que estas conmigo. Y por último pero no menos importante. Número tres, si no quieres que me levante de esta silla y cuando venga la profesora le diga que yo hice todo el trabajo, para que te ponga un zero y te saque de ese equipo de fútbol tuyo, a partir de ahora, me respetas. — solté su pelo en un movimiento buscó y en ese mismo momento lo profesora

me acomode en mi asiento — tú decides, amor — lo miré.

— Es tu palabra contra la mía — se acarició la cabeza debido al dolor que le había casado mi jalón.

— No, es la palabra de su nueva estudiante favorita. Contra la tuya — le sonreí a la profesora.

— Qué perra eres — dijo y soltó una risa dolida.

— ¿Acaso me has visto ladrar en todo este tiempo? yo muerdo, pero no ladro. — hice un pequeño gesto con mi cabeza señalándole las marcas en su labio.

Sonrió levemente, de una manera pícara.

— Perro que ladra no muerde, y yo no ladro.


disfrutad!

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2019 ⏰

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