Mike Peterson
Estaba en la camilla mirando al techo y acariciándole la mano a Annie que esta sentada al lado de la camilla. Trataba de recordar quien había sido él que me había disparado.
La noche anterior.
—Gracias Mike por venir. No podía esto sola. —Estaba hablando por teléfono con Macarena. Una de las tantas organizadoras de carreras ilegales.
—No hay de que Maca. Sabes que si necesitas ayuda, lo haré encantado de la vida. Claro, siempre y cuando pueda.
—Si. Gracias nuevamente. ¿ya llegaste a New York?
—Si, si. Iré a la carrera de Melanie. —Miro la hora en mi reloj de muñeca y enciendo él auto.
—Antes no tuve la oportunidad de preguntarte. ¿como esta ella?
—Bien. Rebelde igual a su madre, y apasionada a las carreras igual a su padre. Bueno de ambos. Aunque Annie era más apegada a las peleas, ¿no crees?
—Si. Los extraño. —Dice con voz apenada.
—Yo igual. Le hacen falta a Melanie. Sobre todo en esta edad.
—Bueno Mike. Fue agradable volver a verte. Me saludas a Melanie de mi parte. Adiós.
—Adiós. —Cuelgo él teléfono y salgo a la calle principal en dirección a la carrera de Jhon.
Después de dar unas vueltas extras y comprar un café. Estaciono él vehículo dos cuadras mas retiradas del lugar. No quería competir, solo iba a ver competir a los novatos, o a cualquiera que haya invitado Jhon.
Cuando llego, me llevo una gran sorpresa.
Él muy desgraciado de Jhon invito a narcotraficantes y mafiosos de los mas importantes. Había alcohol, droga, armas... ¡ARMAS! Tengo que llamar a Annie. Saco mi móvil, cuando siento que alguien esta detrás mio. Me giro y veo la asquerosa cara de Jhon. Estaba drogado.
—Vaya, vaya ¿Pero si no es Mike? —Dice sarcástico y sonríe de medio lado. —¿Te gusta? —Hace un ademán indicando todo él lugar.
—La verdad, es que no. Soy a la antigua. Solo corredores. Hoy en día han cambiado las cosas. Los narcos, se combinan con los corredores. Eso a mi no me gusta. —Le digo con voz neutral. —Por cierto. Lindo auto. —Le señalo un Ferrari 458 Italia rojo detrás de él. Jhon mira donde estoy señalando y sonríe con superioridad.
—¿Sabes? —Comienza a caminar en círculos al rededor de mi. —Mi padre, no fue un padre muy ejemplar. Se drogaba, tomaba, le pegaba a mi madre; que en paz descanse, y también a mi.
—Que lástima la tuya. —Digo sarcástico.
—Resulta que todo eso me hizo mas fuerte. —Continuo como si no me hubiese escuchado. —Soy uno de los socios mas importantes de Ben. —Lo miro Sorprendido y él sonríe mas ampliamente. —Todos hacen esa misma expresión.
—¿Sera por que Ben es unos de los mafiosos mas grandes del país?
—Puede ser. —Asiente con la cabeza y se lleva las manos tras la espalda. —En fin. Él caso es que, él me proporciona todos los autos que tengo, a cambio yo le doy mas clientes. En las carreras, como puedes ver, hay demasiada gente con dinero. Yo les ofrezco un poco de droga, ellos las compran, gano dinero para Ben, yo gano mis autos y protección, y todos somos felices. —Se para delante de mí y abre los brazos con una radiante sonrisa.
—¿Por que me cuentas esto?
—Por que tu protegida, me dijo que no. Y nadie le dice que no a Jhon.
ESTÁS LEYENDO
Brutal
ActionTodos piensan que soy una antisocial por el simple echo de tener tatuajes en casi todo mi cuerpo. ¿Que le pasa a la gente? Soy una chica relativamente normal que tiene tatuajes en todo su cuerpo, que compite en carreras clandestinas y de vez en cu...