20.

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Mangel se había acercado un día antes de terminar las clases, dolió verlo a los ojos.

"Nos encontrábamos uno delante del otro, sin decir ninguna palabra, solo con miradas que pedían a gritos un abrazo de cariño. Mis brazos anhelaban el rodear su cuerpo y juntar mi pecho junto al suyo a echarme a llorar cuál niño pequeño.

Ru-Rubenme dijo con la voz quebradaY-ya... Y-yo No siguió hablando. Me miró con dolor, me miró por última vez y se marchó por la misma puerta en donde alguna vez había entrado de una sonrisa de oreja oreja.

Lo había perdido.

No era temporal. No era una jodida pelea donde volvíamos a ser lo de siempre, era el fin, lo había perdido definitivamente."

Recuerdo como espere a que se fuera, a que diera el primer paso para ser feliz. Los sollozos inundaban los pasillos del instituto vacío, corrí hacía la salida para doblar a la izquierda y meterme en un callejón sin salida a llorar. Como lo hubiera querido, llorar... pero en brazos de Miguel.

La lluvia reinaba en el cielo.
Mis lágrimas en el suelo.
No había diferencias, los dos estábamos sufriendo.

Lo siento, Mangel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora