I AM A BOY

Este capítulo no es bonito.

No creo que conozcáis bien todo aquello a lo que estoy acostumbrado, y espero que no lo hagáis. Esas sensaciones que conozco son odiosas.

Cada vez que alguien me llama Elena, aún si no sabe que soy trans, es como un puñal en el pecho. Cada vez que alguien me dice bonita, linda, princesa se siente como una pequeña aguja atravesando todo tu torso.

¿Sabeis cómo se sienten las heridas que hacen los compresores apretados al rozar con la piel? ¿Sabéis lo difícil que es aguantarse las lágrimas cada vez que alguien dice algo así?¿o lo complejo que es sonreír todo el tiempo para que nadie se preocupe?

No creo que conozcáis la rabia que siento cada vez que veo mi cuerpo en el espejo antes de ducharme, ni el sufrimiento que escondo cada vez que me tengo que vestir con una falda. Puede que alguna vez hayáis sentido la desesperación de aburriros, de tener tiempo libre. ¿Pero sabéis qué es el no poder concentrarse en nada por que tu mente simplemente te ataca? Ese pequeño golpeteo del pie con el suelo estando sentado en clase, y empezar a jugar con el boli tratando de distraerse. Mirar a los lados y confirmar que nadie te está mirando para secarte los ojos ya húmedos. Levantar suavemente la mano y decirle al profesor "no me encuentro muy bien, ¿puedo ir a lavarme la cara?" Y salir corriendo al baño para simplemente sentarte en el suelo del cubículo más lejano sollozando, con la puerta cerrada con pestillo.

Toda la gente a quien se lo dices y simplemente lo ignora, y te trata igual que antes de saberlo. O aquellos que no te apoyan. El miedo al futuro, al qué dirán, a saber si serás capaz, a la familia. Miedo a vivir.

Besos,
      Luca.