.:|Dos|:.

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Al día siguiente, cierta muchacha de cabello castaño corría y corría a toda prisa hacia el instituto, una vez más se le había hecho tarde.

Subió las escaleras a toda prisa y con las piernas reclamándole por el repentino ejercicio siguió corriendo hasta llegar al salón donde tenía su primera clase y hallar la puerta cerrada, se detuvo y trató de calmar su respiración, sus pulmones la estaban torturando.

Justo cuando se disponía a tocar la puerta escuchó pasos apresurados lo cual llamó su atención, se dio la vuelta y se encontró con un pelirrojo de ojos turquesas que lucía agotado.

—Hola Nath —Saludó la muchacha, él joven le respondió saludando con la mano pues ni siquiera podía hablar.

(Tn) se giró hacia la puerta y tocó delicadamente, al no recibir respuesta abrió y se asomó al interior, buscó con la mirada a la maestra y la localizó no muy lejos observándola con cierta molestia reflejada en su rostro.

—¿Podemos pasar? —preguntó apenada la chica, la mayor soltó un suspiro y asintió. Acto seguido la castaña entró siendo seguida por el pelirrojo.

—Quince minutos tarde después del tiempo de tolerancia, la única razón por la cual les dejo pasar es que se trata de una obra y ustedes son los protagonistas. Por favor, tómense en serio su papel —dijo la señorita Bustier tratando de sonar relajada.

Ambos muchachos asintieron llenos de vergüenza, Juleka se les acercó y le entregó un libreto a cada uno. Recibieron indicaciones de qué debían improvisar mientras leen, pues el tiempo para checarlo había pasado.

Comenzaron el ensayo improvisado, muchos se sorprendieron ante la facilidad que tenían (Tn) y Nathaniel para desenvolverse en su respectivo papel a pesar de leer por primera las líneas.

—Delicadeza y astucia nunca podrán ir juntas de la mano —dijo Nathaniel mirando al piso.

—No importa, la frágil luz y la terca obscuridad nunca se juntan, pero siempre han sido amigas —contestó (Tn) dulcemente.

—Eres muy linda —Las mejillas del muchacho adquirieron un leve rubor—. Yo nunca te haría daño.

—Sé que nunca lo harías... Por eso siempre tomo el mismo camino, te escondes del otro lado en el árbol de siempre y aunque pretendo que no siempre lo noto —explicó y soltó una tímida risita.

—Nunca tuve el valor de acercarme... Sólo te podía observar, hasta hoy. Quería verte, solo hablarte, ser tu amigo... —Nathaniel levantó la vista y se sorprendió al tener a su compañera tan cerca, tal como lo marcaba el libreto.

—Dime porque tú, ¿qué hiciste para qué sintiera... Tantas cosas por ti? —murmuró cerca del rostro del otro. En la mente de (Tn) empezaba a procesar lo que venía, pero eso no disminuyó el impacto que sintió al leerlo.

Nathaniel por otro lado no se esperaba lo que venía escrito.

"Harto por tanto rodeo el lobo toma a Caperucita de las mejillas y une sus labios en un beso anhelado por ambos, desesperación, felicidad, amor y muchas otras emociones se trasmitían en ese beso".

—¿Tenemos que besarnos? —cuestionó aterrada la joven.

—Sí, es parte de la actuación —respondió la mayor.

Un silencio sumamente incómodo se formó en el aula, la profesora se percató de lo qué pasaba así que trató de idear algo que amenizara el ambiente.

—¡Bien! Tomemos un descanso, me encanta el trabajo que están haciendo todos. ¡Es maravilloso! —gritó la maestra, todos soltaron un suspiro de alivio y buscaron algo con que entretenerse.

Por otro lado (Tn) sintiendo su rostro rojo de la vergüenza dejó el libreto en el escritorio y salió a toda prisa del aula, caminó muy apresurada por los pasillos dirigiéndose al baño.

Una vez que llegó a su destino entró y soltó un suspiró, se miró al espejo y notó su fuerte sonrojo, abrió la llave del grifo y se mojó la cara.

Se recargó en el lavabo y trató de tranquilizarse, estaba muy nerviosa, no lograba procesar lo que había leído minutos atrás. Podía lidiar con actuar frente a tantas personas, era su nueva meta, pero no se esperaba tener que lidiar con un beso.

Un beso, algo que (Tn) nunca había experimentado en carne propia, algo desconocido para ella, algo que nunca imaginó tener por primera vez gracias a una obra de teatro.

El miedo se apoderaba de ella, ¿de verdad tendrá que hacerlo? ¿Lo hará bien? ¿Quedará mal con Nathaniel? ¿Se burlará de ella por "no saber besar"? Tantas interrogativas empezaban a atormentar su mente aumentado sus nervios.

Pasaron pocos minutos o quizás muchos (Tn) no lo sabía, al menos había pasado el suficiente tiempo para que se tranquilizara y pudiera regresar al salón sin que notaran su estado.

Una vez más se lavó la cara, a paso lento caminó a la puerta y antes de abrirla se detuvo, pensó un momento y trató de juntar el valor para volver a ver su compañero de frente y quizás, sólo quizás evitar esa escena al menos por hoy.

A punto de llegar al salón (Tn) se sorprendió al ver sentado frente a la puerta a cierto pelirrojo abrazando sus piernas con la cabeza gacha.

El Lobo Que Se Enamoró De Caperucita Roja #PGP2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora