¡Alto Ahí, Fresas!

8. Sam la mujerzuela

Ahí estaba justo yo entrando cuando escuchó unos gritos de nena, rápidamente veo a Drake desnudo con un sujetador— que lamentablemente es mío — en la cabeza, y éste es seguido por Baby el perro rata de Samanta.
Drake se esconde atrás mío, perfecto ya vi suficientes pipilines por hoy...

—¿Qué ocurre?

—¡Baby me quiere morder el pipilin!— dice llorando como marica— ¡Haz algo Camila Stuart!

—También con ese tamaño quien va a creer que esa cosa es de verdad.

—¡Camila!— dice el molesto

—Sabes que solo le hace caso a Sam. ¿Donde está?

—Está arriba Sam, tendrás que cargarme.

—¿Así desnudo?

—Así desnudo.

—Mierda.— masculle— Subete de una vez.— se trepó en mi espalda

—¡Yijah! ¡Avanza caballo! Corre como el viento Tiro al blanco. Es el caballo más rápido del lejano Oeste. — llegué a la habitación de Sam

Toqué la puerta, nadie abrió, y como yo no soy paciente decidí abrir la puerta y ahí estaba ella en pleno kamasutra con un chico que no era su novio. Esta es una perr..

—¡Mis ojos se queman con el pecado! ¡50 sombras de Sam! ¡La pose del perrito! ¡La de la balanza! ¡La del gato! ¡La del helicóptero!

—¿Qué hacen aquí?

—¿Qué haces tú con otro?— le dije

—Ah, eso no te importa.— dijo con una sonrisa

—¡Roger te ama! Mamá estaría avergonzada de ti, Sam.

—Diganme que quieren de una vez.

—Tu perro rata quiere morder mi pipilin.

—También el tamaño que tienes ahí...

—¡Samanta!

—Ahhh... ¡Baby!— su perro rata vino— A dormir. — su perro fue a la cama, dio unas vueltas y se echo

—Maldito perro.

—¡Ya largo!— dijo ella azotando la puerta

—¡Ya verás Sam! Llamaré a Elmo, recuerda Elmo sabe donde vives prostituta de cuarta.— dije golpeando su puerta

—¿Qué es este bullicio?— dice papá

—Sam engañó a Roger con otro.

—¡¿Qué?! Ah, no yo la mato.— golpeó la puerta — ¡Abre la puerta mujer!

—Largo papá.

—¡La voy a romper!— dijo y de una patada ya no había puerta

— ¡Papá!— dijo molesta

—Ven acá muchacho.

Papá sacó al tipo desnudo a la calle, escuchando a Samanta de que lo odiaba.

—¡Me voy de la casa!

—¡Vete! Que Roger deje de sufrir por ti mujer, porque eres una mujerzuela.

—¡Ahh!

—Olvidate del amor de Roger.

—¡Olvidate de mí!

—Largo de esta casa, no es un hotel para gente que tiene novio.

Samanta sacó su maleta pesada, se fue de la casa y todo quedo en silencio. Drake y yo nos miramos, aunque yo lo miré mal porque seguía sin ropa.

—Drake ponte ropa.— dijo papá cansado

Drake fue a ponerse la ropa, papá daba vueltas y yo pensaba en qué le diríamos a Roger cuando viniera a ver a Sam.

—¿Qué será de esa chica? Es una engreída, mimada, tenía el mundo a sus pies y lo dejo todo por enredarse con otro.

—Roger dejó todo por ella, por esos sus padres odian a mi hermana...

—Contrate una chica para que sea empleada...

—¿Ah, si?

— Si porque a cada uno de nosotros nos tocaba cocinar cada día, yo siempre hago pasta, tú haces cosas grasosas, Sam siempre con su ensalada, Alondra con su comida sin sabor, Antonela que hace solo postres, Fernanda que le da flojera cocinar y trae comida de la calle, y Drake con sus mezclas raras que nos dan dolor de estómago.

—Tienes razón... ¿Cuándo vendrá?

—Hoy en la tarde, comportate Camila.

—Pff yo me sé comportar.

—¿Camila? ¿Comportandose?— Drake rió

—Eso también va para ti, Drake.

—No te prometo nada padre.

—Lo sé... — dijo él suspirando mientras se volvía a encerrar

—No tenemos solución. — dijo Drake pasando el brazo por mis hombros

—Exacto hermano.