Noviembre 5

62 2 0
                                    

Hoy volví al bar, y para mi sorpresa mi ángel ya estaba ahí. Con las mismas personas como la primera vez. Tomé un banco cerca de la barra como acostumbraba y de inmediato el vaso con whisky apareció frente a mí. Lo miré unos segundos y después giré para mirar a las personas unas mesas más allá. Parecía como si su cabello destellara con las luces del bar, era perfecto. Llamé a uno de los meseros y le pedí que llevara a aquella mesa una nota que escribí en una servilleta. Éste lo hizo enseguida y de reojo analicé su reacción paso a paso. Al recibir la nota la sonrisa se borró automáticamente de su rostro y con una expresión de duda buscó en todo el bar, alrededor. Sus cabellos se movían de un lado a otro a la par de su cuerpo y su cabeza. Pagué la cuenta y salí de ahí.

"Diario de un pecador."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora