Capítulo 5

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Las últimas horas en esa casa se basaron en recoger nuestras pertenencias.
Poco a poco, iban quedando más vacio, como la primera vez que llegamos.
Las cajas cada vez estaban más llenas hasta que por fin acabamos.

Al final del día, Mary acudió a nuestro encuentro. Mi tío Gabriel venia como su ayudante para cargar el equipaje en su coche.

Mi hermana y yo le echamos un último vistazo a la que había sido nuestra casa esos meses, estaba muy diferente sin las cosas.

Antes de irnos, recuerdo que mi padre  por primera vez nos pidió que le diéramos un beso y un abrazo por él mismo.
Se veía que su intención era de buena gana, las otras veces que había intentado yo misma las rechazaba de una forma poco agradable, de modo que lo deje de intentar.
Aquella vez, era diferente tanto que en él fondo me provocaba una sensación que no podía identificar como miedo o felicidad o tal vez una mezcla entre ambas.
En el momento de abrazarlo, yo notaba que él sentía miedo y tristeza. Tal vez por nosotras o por él, no lo sé, pero su cuerpo me lo transmitía de una manera alarmante.
En el fondo nos quería de verdad. No me lo creía, aquello era una tapadera.
Me separé de él y me giré hacia mi tía Mary que me esperaba en la puerta de salida de la casa para irnos, caminé hacia ella sin mirar hacia atrás, ya que dudaba en hacerlo porque sabía que si lo hacía me iba a arrepentir y  justamente por el pánico que tenia a que mis lagrimillas traicioneras me jugarán una mala pasada junto a  todas  esas sensaciones . Antes de llegar a la salida, mi padre dice 2  palabras que en el son tabú, algo que creí que jamás me lo diría y me provoca una sonrisa enorme;

-Lore, te quiero.

Yo me giro y simplemente le muestro una sonrisa tímida, pero complaciente la cual acompañé con lo que no quería, pero esas malditas palabras que llegaron a mi como un disparo directamente al corazón, me acabaron provocando las gotas que salen desde lo más adentro, el alma. Nadie lo puede ver, excepto Mary.

Llegué por fin al lado de Mary,  me abraza de manera cómplice, me seca las lágrimas, me da un beso en la mejilla como diciendo : ya está,... no pasa nada .
Me dice que vaya al coche, y ella se quedó allí. Voy hacia él coche y entro, allí estaban mi tío Gabriel y mi hermana Sabela.

Mi tía llegó poco despúes de decirles algo a mis padres.
Mi madre se quedó en aquel lugar para acabar de recoger las cosas mientras tanto nosotras comenzamos nuestra ruta hacia la casa y la nueva vida junto a nuestros tíos.

Corazón De RubíTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang