━ ❝Una boda se vive tres veces. Al soñarla, al celebrarla y al recordarla❞
Rapunzel Corona es una de las mejores organizadoras de bodas del mundo. Siete de sus mejores amigas pronto se casarán y recurrieron a ella para que organice su boda.
Las pare...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un día más comenzaba en la ciudad de los sueños, Nueva York. A pesar de ser muy temprano retumbaba el sonido del claxon en cualquier lugar que estuvieras. Típico de Nueva York, el tráfico.
Entre los millones de habitantes qué hay en la ciudad nos enfocamos en una joven azabache llamada Marinette Dupain-Cheng que corría a toda prisa para llegar a uno de los edificios más reconocidos en la ciudad "The Perfect Wedding"
Era una costumbre suya siempre llegar tarde a su trabajo, tal vez por no poner su alarma o desvelarse en la noche haciendo vestidos de novia. Su jefa no le decía nada, sus diseños eran tan maravillosos que no quería perderla, pero en vez en cuando le recomendaba poner una alarma por las mañanas, lo cual, se le olvidaba.
Paso por la puerta giratoria, que sin notarlo dio dos vueltas rápidas torpemente, después salió corriendo para subir las escaleras y entrar al elevador.
Apretó el botón del piso cuarenta y cuatro, y, al ya casi cerrarse por completo una mano lo detuvo lo cual provocó un pequeño susto a la azabache. Un joven rubio de ojos verde esmeralda le sonrió de lado y se subió tranquilamente al elevador.
—Buenos días Marinette —saludó con educación Adrien—, ¿A ti también te atraso el tráfico?
La chica solo se sonrojó un poco— Sí —verdaderamente le daba vergüenza decirle que se quedó dormida— últimamente hay mucho tráfico.
—Si, mejor hay que ir en bicicleta, ¿no crees? —le sonrió a su compañera de trabajo.
—Es que, y-yo no se andar en bicicleta —dijo en voz baja apenada.
—Oh, ¡entonces yo te enseñaré! y de paso vamos por un helado ¿te parece el sábado? —Marinette se quedó sin palabras y asintió apretando ambos labios para no gritar de felicidad.
Segundos después se hizo un silencio y pudieron escuchar atentamente la canción de 'Bow Chicka Bow Bow' de fondo. Aunque esa canción la hayan escuchado pocas veces en su infancia, aún lo tenían en mente por ser tan pegadiza.
Ambos jóvenes empezaron a tararear la canción— Bau chica bau au —canto en voz baja Adrien.
—Mi nena dice así —siguió Marinette y ambos al escucharse empezaron a reírse.
Llegaron al piso cuarenta y dos, bajó Adrien— Nos vemos Marinette —se despidió con una hermosa sonrisa y se cerraron las puertas. La azabache de inmediato empezó a dar saltitos de emoción. Cuando llegó al piso cuarenta y cuatro bajó con una enorme sonrisa.
Pasó por los pasillos que parecían guerra por tanto estrés y desesperación por tener lo que la clienta deseaba y ella pasaba normal, como si ya estuviera acostumbrada a estar en ese infierno. Se encontró a la asistente de Rapunzel, Moana, que estaba atendiendo algunas llamadas. La castaña al ver a la oji-azul retiró el teléfono de su oído por un segundo y le atendió con una sonrisa.
