Capitulo 4

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Las cortinas de la habitación donde dormían la pareja de prometidos se levantaba por sí sola. La primera en levantarse fue Honey gracias al despertador; se estiró un poco, se hizo un rodete alto y al final se puso su bata de seda favorita para después dirigirse a la cocina, donde ya estaba su café preparado por la cafetera "inteligente".

La música de jazz latino empezó a sonar ya que a la rubia no le gustan las mañanas calladas, son tranquilas pero a veces llegan a ser deprimentes por el silencio excesivo. Ya todo en esa casa estaba programado por horarios y gustos de la pareja, como por ejemplo la música, Honey le encanta el jazz y sobretodo latino, se le hace alegre y movido, tal vez por eso eligió Cancún para casarse, el lugar gracias a sus colores se le hacía fiestero, brillante y alegre como ella es.

Buenos días Tadashi Hamada —habló una mujer de manera robótica cuando percibió que el joven japonés ya estaba levantado. Si, la casa era "inteligente" de cierto modo, cuando hay un experto en robótica, eso puede llegar a pasar.

—¡Buenos días Dashi! —Honey dejó de preparar el pan tostado de su prometido para ir a saludarlo con un beso en los labios— ¿cómo dormiste?

—Poco pero bien, ¿y tú cariño? —le sonrió tiernamente mientras le acariciaba la mejilla con su pulgar. Disfrutaba ver los ojos verde brillante de Honey mientras la veía sonreír. Era su chispa de alegría.

—Muy bien aunque igual dormí poco, —el pelinegro levantó la ceja extrañado, Honey al día anterior se durmió antes porque él siguió trabajando en su proyecto, y cuando se acostó ella seguía dormida— realmente se me dificultó dormir por la emoción Dashi, quiero ver cómo quedó el vestido.

—Marinette es muy buena en su trabajo, estará grandioso el vestido.

—Eso no lo dudo, pero quiero saber cómo me quedará.

—A ti te queda todo fabuloso querida, —le dio un tierno beso en la frente— ¿A qué hora es tu cita para ver el vestido?

—Es a las tres de la tarde, pero me iré como a la una, ya sabes que el tráfico es de locos últimamente. —Tadashi asintió recordando que hace dos días llegó tarde a su trabajo gracias al hecho que acaba de mencionar la rubia.

—¿Gogo te acompañará?

—Si, y también Elsa, —Honey se separó rápidamente del pelinegro para terminar del prepararle el desayuno— ven, tu té ya está listo.

Le extendió la taza con dibujitos animados con la bebida. Ella prefería el café más por las mañanas que el té. Sentía que la llenaba más de energía y le rendía para estar activa todo el día.

7 ʙᴏᴅᴀs ᴇɴ ᴜɴ ᴀñᴏ ━ ᴊᴀᴄᴋᴜɴᴢᴇʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora