CAPITULO III
PRIMARIA
Los tres primeros años de primaria los hice en la misma escuelita, veía a Manuela en los descansos, a veces le ayudaba en su salón con sus nuevos alumnos, era genial que te tomaran de ejemplo, sin que se te subiera a la cabeza, seguí siendo uno de los mejores estudiantes en cada izada a la bandera, yo leía el programa y era el condecorado, mi familia se sentía muy orgullosa, en ese entonces ya solíamos molestarnos entre compañeros diciendo que nos gustaba alguna compañerita, pero éramos niños y preferíamos irnos a las trompadas a admitir que nos gustaba una niña, es como lo muestran los textos psicológicos a esa edad sentimos cierta atracción pero no del tipo que sienten los adultos, a esa edad y en ese tiempo nos daba rabia que nos relacionaran con alguna niña era algo tonto ¿no?, miren como todo ha cambiado hoy niños de 7 u 8 años ya andan por allí diciendo que tienen novias y esas cosas, pero es así todo cambia, para bien o mal.
En mi salón había una niña muy bella, Angie se llamaba, le recuerdo unos grandes ojos marrones, un cabello negro y liso que le llegaba hasta sus nalgas, tenía nariz fileña y una boca hermosa como de modelo de revista, era hermosa; solíamos hacer tareas y jugar juntos en los descansos, muchas veces compartíamos meriendas y así, a mí me encantaba, solía soñar con ella, e imaginarnos de adultos, ella ahora sé que fue mi primera novia, pero nunca supo que yo fui su novio. solo estuvo un año cuando entramos a tercero me entere que se había ido lejos y que quizás jamás la volvería a ver, al principio fue duro, sentía que la extrañaba pero mis amigos hicieron que todo se me olvidara, éramos unos traviesos, recuerdo que armamos inocentemente una "pandilla" éramos tres jodidos mosqueteros, el Jeanky, el Yepe y yo, en los descansos solíamos hacer pericuetos de niños, rayar los baños, marcar las sillas y fumar cigarrillos (pero de chicle) nos hacíamos llamar "LA PANDILLA BUBBALOO" porque era nuestro dulce favorito y porque un día le saqueamos la cafetería a la profesora más mala, nos llevamos un frasco completo de bubbaloos en una operación planeada a fondo, como si hubiésemos saqueado un banco, fue tonto pero lo logramos el botín era nuestro para nuestros compañeros éramos unos guerreros y valientes hasta que descubrieron a la "pandilla" y nos castigaron a todos.
ESTÁS LEYENDO
AL MISMO TIEMPO !ME ENAMORE¡
Teen Fiction"Fue como mirar al cielo, y ver mi vida paso a paso. Recorriendo los senderos de lo que marco mi vida, y en un segundo, poder vivirlo todo de nuevo"