De vuelta a casa

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Iron Woman

Por: Hana Usagi

¤°. ¸¸. ·'¯'» De vuelta en casa «'¯'·. ¸¸.°¤

La rampa del avión militar se abrió en cuanto tocó tierra. Tony, enfundada en uno de los trajes que habían permanecido en su equipaje en Afganistán, se levantó de la silla de ruedas en la que la habían sentado, mientras se acomodaba la correa del cabestrillo en su brazo derecho. Al segundo siguiente Rhodey se encontró a su lado, ofreciéndole su brazo para que se apoyara en él y ayudarla a bajar del avión.

Pepper se acercó rápidamente a ella y poco le faltó para arrojarse a su cuerpo en un gran abrazo. Pero a pesar de la falta de fuerza que claramente quería emplear su amiga en su agarre, su brazo lastimado se resintió un poco.

—Auch —soltó al tiempo que colocaba su mano libre en la espalda de la rubia.

—Lo siento —Pepper se separó de Tony y se limpió las lágrimas que no paraban de salir de sus ojos irritados.

Tony sintió una punzada en su corazón al ver el estado en el que se encontraba su amiga. Desvió la mirada hasta ver a Happy, quien se encontraba a un lado del auto a unos cuántos metros de ellos, y pudo verlo limpiándose una lágrima traicionera él también.

Soltó un suspiro y volvió a mirar a su amiga.

—No, yo lo siento —miró a Rhodey—. Los he hecho pasar por un espantoso momento.

Pepper negó con la cabeza.

—No es tu culpa —le respondió—. Nunca hubieras podido saber que eso pasaría.

—Aun así...

—Nada —le interrumpió—, y será mejor irnos, necesitas descansar.

Tony iba a decir algo, probablemente a negarse, pero pareció darse cuenta de algo, o mejor dicho, de la falta de ello.

—¿Dónde está Ezekiel?

Pepper y Rhodey compartieron una mirada extraña por algunos segundos, diciéndose algo que ella no pudo captar. Al final, Rhodey apretó los labios y se giró, Tony pudo notar que empezaba a enfadarse.

Pepper le volvió a dirigir la mirada y Tony la observó, esperando una respuesta.

—Está en la empresa. Le comuniqué que llegarías ahora y dijo que haría todo lo posible por venir.

Tony frunció el ceño.

«¿Todo lo posible? —se preguntó en su mente—. Su novia acaba de regresar después de tres meses de secuestro, ¿y él dice que hará todo lo posible por venir?»

—Tu teléfono —le pidió a Pepper.

—Tony, no...

—Tu teléfono —repitió.

Con una mueca, Pepper le tendió el celular. Tony lo tomó y empezó a marcar el número de Ezekiel. El teléfono timbró tres veces antes de que la voz de su novio contestara de manera animada.

—¿Dónde estás? —preguntó sin saludar siquiera.

—¿Tony?

—No, el hada de los dientes —respondió sarcásticamente—. Dime dónde estás para darte dinero a cambio de los tuyos.

Escuchó como Ezekiel tragaba saliva y soltaba una risita nerviosa.

—Perdón por no haber ido al aeropuerto por ti, cariño. Es sólo que se filtró la noticia de tu rescate y los periodistas han estado prácticamente acampando fuera de la empresa. En estos momentos estaba por dar un comunicado.

Iron Woman (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora