Eloquence | [ m.yoongi ].

｢Acto 25｣

♖ — Cambios—♖    

Luego del velatorio de la madre de Yoongi, mis padres decidieron que él se mudara a casa; la razón de esto fue porque él estaba solo y no tenía a nadie "mayor" que se hiciera responsable de él y que lo ayudará a pagar sus gastos. Así que, mis padres decidieron que era bueno que Yoongi estuviera viviendo un tiempo con nosotros.

Al principio él no estuvo muy de acuerdo, quería quedarse en su departamento pero luego de tanta insistencia de mis padres, acabó aceptando, con la condición de que cuando terminará el instituto se iría.

Al principio me pareció extraño tenerlo cerca todos los días y estar con él, la mayor parte del tiempo. Incluso me preguntaba como es que había pasado de tener que mirarlo a escondidas todos los días a levantarme por las mañanas y verlo ahí, sentado en el comedor como si nada.
Pero luego de algunas semanas juntos, comencé a acostumbrarme y sentirme cómoda con su presencia; sin embargo, había un tema que me preocupaba muchísimo y era el asunto de su madre. Yoongi los primeros días hablaba sobre ella, pero al pasar el tiempo fingía que la situación no existía o preferiría no tocarlo bajo ningún punto de vista.
Mis padres habían pensado que lo mejor sería mandarlo al psicólogo. Se les ocurrió que le vendría bien ir, porque tal vez, no se sentiría muy cómodo con nosotros. Además, Yoongi, era muy cerrado de por sí; nunca sabías exactamente que estaba pensando o sintiendo por más que lo miraras y hablarás con él por horas. Las personas eran un mundo, pero Yoongi era un laberinto, por eso, como ninguno estaba realmente capacitado como para ayudarlo a superar su reciente pérdida y conflictos internos, decidimos que lo mejor fuera que consultará a un profesional.

El problema recaía, principalmente, en que ninguno se atrevía a preguntárselo. No era que él era malhumorado o algo por el estilo, sino que nunca sabías si le iba a caer bien o mal y no queríamos que se sintiera presionado por nosotros. Por lo que la responsabilidad había caído en mi, de alguna manera. Tenía que encontrar una forma para planteárselo sin que se enojara. No obstante, siempre había sido demasiado tonta y no se me ocurría como hacerlo.

 —Oye Suho... —llamé a mi amigo, de repente —Si yo tuviera algún problema y necesitará ayuda psicológica ¿Cómo me lo dirías? Digo, sin ofenderme.

Suho levantó un poco la vista y me miró con curiosidad —¿Por qué me lo preguntas?

—No sé... Se me ocurrió —Mentí.

Sin embargo, él embozó una sonrisa burlona y negó varias veces con la cabeza, divertido — Si eres tú, te lo diría directamente. Sé que no te lo tomarías a mal. —me respondió, pasando una página del libro que estaba leyendo — Ahora si se trata de Yoongi, no sé, planteáselo con cuidado. Primero ve que piensa él de los psicólogos y luego dile pero muy sutilmente.

Abrí la boca, sorprendida ¿Cómo es que se había dado cuenta de que le estaba hablando de Yoongi? —¿Cómo es que supiste que te estaba hablando de él?

Suho me escaneó por encima de su flequillo y sonrió con sorna — Últimamente no paras de hablar de él. Hasta me siento un poco celoso— bromeó.

Hice el amago de pegarle con mi cartuchera, pero retrocedí satisfecha cuando el se cubrió el rostro con sus brazos — Anda si no te iba a pegar, tonto. — le dije con un tono burlón — Igual, lo siento. Debo ser una plasta hablando siempre de lo mismo pero es que estoy preocupada por él. No se lo que piensa ni lo que siente... En fin, que lo siento por siempre hablar sobre lo mismo.