「Acto 17」

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♖ — Proceso—♖     


Yoongi se fue a la mañana del domingo. No hablamos y tampoco tocamos el tema del beso en la mejilla que me había dado. Comencé a creer que en realidad se trataba de un acto de agradecimiento. Aunque los coreanos no nos dábamos besos en la mejilla como los occidentales, quizás él lo había hecho sin más, sin una razón de por medio; de repente, me sentí como una tonta por pensar que podría ser un avance entre nosotros.

Aparte se me estaba olvidado el tema de la señora esa. Le había visto besarse con ella, y eso quería decir que tenían una relación o algo por el estilo y eso, no era bueno. O por lo menos para mi.

Resoplé, tirándome sobre el colchón de mi cama. Empecé a rodar mientras me preguntaba como la gente decía que el amor era algo hermoso.
Para mi lo único que el amor te traía era una pequeña cuota de felicidad y una gran cantidad de dolor. Aún así, no podía dejar de querer a Yoongi y eso, comenzaba a frustrarme con demasía.

La puerta de repente se abrió de par en par, haciendo que parará de rodar y me re incorporará de un movimiento.
Jungkook apenas piso mi cuarto, cerró la puerta y se tiró en la cama, no importándole que estuviera en yo en ella. Me corrí un poco para evitar que me aplastara.

Olía a alcohol.

—Tío, que asco, apestas a alcohol — Me quejé, levantándome de la cama para alejarme de él.

Jungkook se giró para quedar boca arriba y mirarme como un cachorrito adolorido— Me duele la cabeza— sollozó.

 —Y si, con la resaca de mierda que tienes encima, no me extraña —Le respondí, mientras me sentaba en la silla que estaba al lado de mi escritorio.

Mi amigo dejó de observarme y concentró su mirada al techo; Jungkook no solía beber demasiado pero cuando lo hacía era porque estaba muy decaído. Como en ese momento.

 —¿Qué te ha pasado? —Le pregunté, con un tono de preocupación en mi voz.

—Eunbi. Eunbi, es lo que me pasa— Me contestó, soltando un gran suspiro pesado.

Rodé los ojos, y negué con la cabeza. Últimamente, siempre era la misma historia—¿Qué cagada te has mandado ahora?

—Muchas.   — me comentó con sinceridad, tapándose los ojos con su brazo. Supe con rapidez, que estaba tratando de contener las lágrimas— Esta vez no me va a perdonar, Hye.

Suspiré por mis adentros y apoyé mi rostro en la palma de mi mano, mirándole con apatía— ¿Qué hiciste?— volví a preguntar.

—Besé a mi ex, delante de ella—Me confesó como si nada.

Abrí los ojos y la boca incrédula, ante su confesión — ¡¿Qué coño estabas pensando?! ¡Dios Jungkook, eres el rey de los imbéciles! Encima con esa zorra que no vale ni dos tomates ¡De verdad... que eres increíblemente gilipollas!— le regañé con dureza.

Jungkook se reincorporó de un sopetón y me examinó con los ojos enrojecidos— ¡No vine aquí para que me sermonearas! Vine para que me dieras una solución, Hye.

Me reí completamente incrédula, por sus dichos—  Jungkook, lamentablemente todavía no recibí la licencia de maga— le respondí con bufa — ¡¿Cómo pretendes que te ayude con esto?! Hermano, esto no tiene solución, ya te estoy avisando.

Eloquence | [ m.yoongi ].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora