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Suspire prolongadamente y escogí mis palabras cuidadosamente. No quería que Joscelyn las malinterpretara

-Carly y yo estábamos en la universidad y como ya te dije, no me molestaba la idea de experimentar. Lo mismo sucedió con ella- hice una pausa y observe cauteloso, cada una de sus reacciones -Jonathan fue el que descubrió el club y era algo bastante reservado. Tenias que tener membresia y ser recomendado por alguien de adentro- recordaba con claridad el entusiasmo y la excitación de descubrir algo nuevo -también tenias que presentar una serie de certificados médicos para asegurar que estabas sano y eras apto para ser elegible-

Joscelyn se vía aturdida -entonces...-

Sabia a donde iba su curiosa cabecita. Asentí -yo te lleve al club después de presentar toda la documentación adecuada-

Ella entrecerró los ojos -así que tomaste mi certificado médico de mi expediente ¿no?-

Brevemente retire mi mirada, ella no parecía sorprendida.

Lo mencione

-sabía que tenias acceso a mi expediente por eso nunca te preocupaste por un condón o si era sana. No pareces el tipo de hombre que folla con alguien sin cerciorarse de eso primero-

Le di una sonrisa ladeada -y me lo dices ahora, tan casual. Porque...-

Se encogió de hombros -estaba demasiado cegada por la lujuria para siquiera molestarme-

Eso me hizo reír

-ahora, continua- pidió

Me tome mi tiempo en retomar la historia

-Jonathan no recordaba a Carly del bar y después de aquella primera vez no volví con él- explique -esa primera noche solo bebimos unos cuantos tragos y observamos-

Joscelyn asintió y sus ojos volvieron a la foto -Carly fue la que sugirió volver a ir e intentar algo. Si que la siguiente vez ella sedujo a una chica. Ni si quiera recuerdo como lucia, pero no lo importaba tampoco-

Ella se tensionó, lo note en como su postura se enderezó de repente y como su mirada evitaba enfrentarse a la mía

-se volvieron clientes recurrentes?- pregunto, en un hilo de voz

-si-

Antes 

-mira esa chica- Carly señalo a algún lugar mas allá de nosotros -es sexy- asentí, aunque aun no tenia ni idea de a quien se refería.

Se bebió el resto de su martini en un solo trago y se alejó. Usaba un ajustado vestido negro con un profundo escote hasta un par de centímetros mas abajo de sus generosos pechos y unos zapatos que la dejaban casi de mi estatura.

Había pasado la última media hora intentando no arrastrarla a mi apartamento y follarmela justo en la sala. Porque estaba seguro como la mierda que no llegaría hasta la habitación.

Su cabello rojo se derramaba en ondas por su espalda y hombros y cada bastardo de ligar se giro a su paso para mirarla.

La vi hablar con una chica igual o mas voluptuosa que ella, pero mas pequeña. Su cabello era algo entre el castaño y el rubio. Sus curvas acentuadas por el vestido escarlata que se aferraba a su cuerpo como una segunda piel.

Carly me miro y guiño. Antes de levantarse y caminar directamente hacia mi con la muchacha tras ella.

Nos presentó pero no preste atención al nombre de la chica.

Carly le pregunto algo y los ojos de la rubia me miraron con hambre mientras asentía

-¿vamos?- Carly tomo mi mano y me beso, un beso que debería estar reservado para la alcoba y que me puso mas duro si era humanamente posible.

Ella pudo llevarme al maldito infierno en ese momento y yo con gusto hubiera ido.

Con una mano en la mía y otra en la de la rubia fuimos a una de los cuartos en la parte posterior.

Había habitaciones con mas de una cama, otras con cruces de madera y altares.

Encontramos una con solo dos camas.

La otra estaba siendo ocupada por otras 2 parejas que llenaban el espacio con suspiros de éxtasis y gemidos de necesidad.

Carly se mordió el labio y la rubia río -es su primera vez?- nos preguntó y ambos asentimos

Ella se acerco lentamente a Carly y le ofreció una sonrisa -lo haces muy bien- su índice delineo el borde de su escote y luego la beso

Dios santo.

Mierda. Mierda. Mierda

Me iba correr justo sobre mis pantalones mientras veía a Carly relajarse y corresponder el beso.

La rubia acaricio sus hombros y brazos antes de empezar a bajar la cremallera de su vestid, Carly se separó y me miro sobre su hombro, como pidiéndome permiso,  y yo solo pude tragar  mientras veía la piel de su espalda poco a poco ser revelada.

Jodida mierda! estaba viviendo la fantasía sexual de todo hombre y la iba a cagar corriéndome como en... tres segundos. 

las manos de Carly se volvieron mas osadas y empezaron a desvestir a la rubia, sus exuberantes labios pasando por la piel bronceada de la otra chica. Y sorpresa, sorpresa! ninguna de las dos llevaba nada por debajo de sus vestidos. 

-Joooder!- mi mano inconscientemente fue a mi entrepierna, acariciando mi -apunto.de-explotar- erección sobre la ropa. Carly se acostó boca arriba cerca del borde inferior de la cama y la Rubia se sentó a su lado, sus manos acariciando sus pechos, mientras Carly levantaba su cabeza y capturaba uno de los pezones de la rubia en su boca. 

-ven a jugar- ronroneo la rubia mientras abría las piernas de Carly para mi, como si yo necesitara cualquier puta invitación o permiso. 

A pesar de mi comportamiento errático, de lo mucho que quería empezar a bombear en el exquisito y húmedo calor de Carly, me contuve y goce de cada segundo de agonía en el que mi auto-control me sometía a quitarme la ropa con lentitud. Los ojos de ambas mujeres sobre mi, detallando mi cuerpo y deteniéndose en mi erección. 

Antes de que la rubia siquiera se acercara, Carly mordió su vientre -no besos- la advertencia era clara para ambos. 

Sonreí -puedo vivir con eso- 

No hubo muchos preámbulos mientras la rubia se sentaba a horcadas sobre Carly, dándome la espalda y se recostaba encima de ella.

No pude evitarlo, el culo espectacular y firme de la rubia me rogó que lo nalgueara y lo hice. el chasquido rompiendo la armonía de nuestros jadeos; ella gimió y la mano de Carly vago entre sus cuerpo mientras yo ponía mi erección entre sus sexos, ambas acariciándolo con sus pliegues húmedos hasta que finalmente empale a Carly que gimió de aquella forma entrecortada y ronca suya que me hizo perder la jodida cabeza. 

Me turne entre el exquisito coño de Carly y el de la rubia mientras ambas se masturbaban mutuamente. 

Antes de que Carly se corriera la primera vez, lo sentía... en la forma en como sus músculos se contraían cada vez con mas frecuencia y sus piernas se abrían cada vez mas. Tome a la rubia del cabello y recosté su espalda a mi pecho, mientras veía los bonitos ojos de Carly nublados por el placer antes de que los cerrara y en un grito ronco gritara mi nombre. 





The Dark Knight (a forbidden love story #0.5) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora