Owen seguía sin creerse lo que había ocurrido. Su mente seguía en blanco y tartamudeaba levemente con la boca aún entreabierta. Jayden, el cual, al principio, había reído ante la actitud del mayor, ahora, se encontraba confundido ante el silencio de Owen. Ahora, tenía miedo de haberse precipitado y, aunque había hecho lo que tanto había ansiado, tenía miedo de que le odiara.
—¿Por...qué? —después de minutos que se hicieron eternos para ambos, Owen decidió hablar.
—Y-Yo, lo siento... —contesto el más pequeño sin saber que decir. ¿Debería admitir, finalmente, que estaba enamorado de él? o ¿simplemente pedir disculpas ante su impulso?
—Creo que deberías descansar —Owen dió la espalda Jayden—, creo que el cansancio no te deja pensar con claridad... —le daba la espalda no por estar enfadado con el chico, si no por vergüenza; vergüenza por no saber cómo mirarle a la cara sin tartamudear, tristeza; por sentir que su corazón había dejado de latir como loco para dejar un amargo y pesado sentimiento y, sobre todo, rabia; por no reaccionar ante aquello, por no pararlo. Rabia juntada con la que le producieron pensamientos como ese, pensamientos que lo autoconvencían de que aquello era un error. Aunque, después de todo, el error que más había disfrutado cometiendo.
Salió de allí dejando a Jayden con la palabra en la boca y las lágrimas apunto de deslizarse de sus ojos a sus mejillas. Suspiró pesadamente, ¿por qué algo así, algo que tanto deseaba, era tan doloroso?
Vagaba por los pasillos del hospital con la mirada perdida, mirando al frente para no chocar con nadie. No le devolvió el saludo a nadie y, poco a poco, todos notaron que algo iba mal. Solo quería salir de allí y esconderse para estar a solas, para lamentarse de lo patético que era y para, tal vez, echarse a llorar como un mocoso.
—... -oss! ¡Dr. Ross! —algo lo sacó de sus pensamientos. Pensó en ignorarlo y, simplemente, seguir andando. Plan fallido, cuando la persona que lo llamaba se colocó delante de él. Era su jefe, uno de los doctores mas experimentados y dueño de aquel hospital, por lo tanto una persona que no podía evitar—. ¿Te encuentras bien?
—... —alzó la vista mirando a su jefe mirandolo con una ceja alzada—. Es solo cansancio... Solo necesito descansar por un par de horas —dijo soltando un pesado suspiro.
—De eso quería hablarte, ven conmigo —¿hablar? Owen lo miró extrañado, no encontraba razones por las que él quisiera hablar con él. Aún así, lo siguió hasta su despacho sin hacer ninguna pregunta.
El veterano, se sentó en el sillón de su despacho y, Owen, hizo al igual en la silla al otro lado de una mesa de madera marrón oscuro.
—Veras, admiro tu entusiasmo a la hora de trabajar, pero es demasiado para una persona.
—¿Que quiere decir?
—Has trabajado muchas horas extras, más aún con tu último paciente —Owen, bajó la vista al recordar a Jayden—. Debería tomarse un descanso, unas vacaciones...
—¡No! —contestó él alterado. Notó la mirada de asombro de su jefe, lo cual hizo que se calmara—. Q-Quiero decir... Aún mi paciente no está recuperado y me sabe mal dejarlo desatendido...
—No estará desatendido —le cortó—. Ese chico ya se encuentra mucho mejor, y se comunica con los demás doctores. Su estado a mejorado comprensiblemente en los últimos meses —los nervios de Owen se aceleraron. No quería irse dejando a Jayden solo. No ahora—. Así que no sería precipitado que lo dejara "desatendido" como uste dice.
—Pero...
—No quiero peros —dijo firme—. Lo siento, pero esto no es una amable petición, es una orden. Tiene que tomarse unas vacaciones —Owen estaba a punto de quejarse y él mayor lo notó—. Ya.
—... —sabía que no podía ganar aquella discusión y, si lo despedían, solo empeoraría la situación—. Esta bien...
—Perfecto —su jefe se levantó dirigiéndose a la puerta y abriendo esta— ,mañana no lo quiero ver por aquí
—¿Mañana? ¿Ta-Tan pronto? —Owen, se levantó al igual, dirigiéndose a su lado para intentar persuadirlo.
—¿Sabe que? Mejor no —suspiró lleno de alivio—, váyase ahora mismo.
—¡No quería ese resultado!
—O se va ahora mismo o esta despedido.
—Pero, mis cosas...
—No las necesitará, yo me encargaré de entregárselas.
∆ ∆ ∆
Owen, se encontraba recostado en su cama, aún con la bata puesta. Lo había acompañado hasta la misma puerta del hospital y había llamado a un taxi para él. Como su jefe le había dicho estaría de vacaciones un par de meses. Un periodo de tiempo exageradamente grande en su opinión.
Pero en ese momento, lo que más lamentaba era haber dejado a Jayden, más aún de la forma que lo había dejado; huyendo como un cobarde. Había llamado un par de veces a Ashley pero, obviamente no había contestado ya que seguiría trabajando y llamar al hospital sería una pérdida de tiempo, ya que corría el peligro de que su jefe lo descubriera.
Suspiró por décima vez, desesperado. No podía parar de pensar en él, en su pequeño Jayden. Buscó un cojín en su cama poniéndoselo sobre la cara y gritando. Cambió de posición poniéndose de lado y abrazando el cojín, hundiendo la cabeza en el de nuevo. Decidió dormir un poco, bueno más que decidir, simplemente, se quedó dormido.
∆ ∆ ∆
Ya había pasado una semana, la semana más larga de su vida. Los días eran monótonos, pasaban las horas y Owen no sabía qué hacer. Hablaba todos los días con Ashley para que ella le informará sobre el estado de Jayden.
Según lo que ella le había dicho, su estado había empeorado. Los primeros dos días, cuando, finalmente, comprendió que Owen se había ido entró en una gran depresión. Dejo de comunicarse con los médicos o enfermeros que no conocía, su voz no había sido escuchada pasados los cuatro días y, solo se comunicaba vagamente con aquel cuaderno con Ashley. Y, a día de hoy, todo había vuelto al cero. La situación era como la del principio, no se comunicaba con nadie, ni siquiera los miraba.
— ¡Joder, joder, joder! —estaba harto, no podía aguantarlo más. Ya era casi media noche y la falta de sueño lo estaba matando. Buscó por el teléfono desesperadamente. No iba a esperar más, le daba igual si ese imbécil que tenía como jefe lo despedía, pero se negaba a seguir de brazos cruzados. Marcó el número del hospital pero, en el momento en el que iba a llamar, recibió otra llamada—. ¿Si?
—Dr. Ross, menos mal que ha contestado.
—¿Que ocurre? —era una voz que no pudo reconocer. Pero, parecía nerviosa, su voz temblaba levemente y pudo oír un sollozo.
—Se que no debería llamarlo, pero no puedo pensar en otra persona para esto.
—¿Que esta pasando?
—Tiene que venir ya. Es el chico... —calló por un momento, sollozando de nuevo.
—¿Jayden?
—Sí. Ha perdido el juicio —comenzó a hablar rápidamente, respirando con dificultad—. No se de donde lo ha sacado pero tiene un bisturí y varios cortes en los brazos. Esta amenazando con cortarse el cuello —oí un sollozo más y su voz temblaba cada vez mas—. Tiene que ayudarlo...
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Voices [Gay] [Terminada]
Cerita PendekLa vida no había sido demasiado fácil para él, pero tras un accidente, nunca mas lo seria; ¿o sí? Y, ¿si la vida misma te daría otra oportunidad? No sería sencillo, las segundas oportunidades no se dan gratis... Tal vez incluso tu mismo te traicion...