Capitulo 1

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Los nervios la estaban matando, era la primera vez que cantaba para alguien, ¿Por qué tenía que haber escogido un concurso de televisión? ¿Por qué se puso ese diminuto short negro y esa blusa pegada a su torso? Y la pregunta que muy pronto obtendría respuesta ¿Por qué le había hecho caso a Lita Kino en todo? Era la única que la había escuchado cantar, su única amiga en el colegio, tenían un año de amistad, fue la única que le hablo, y por eso se enamoró de ella, con tan solo trece años de edad, he ahí la respuesta a todas sus preguntas.

"Puedo hacerlo"

Se paró en el escenario, había escogido una canción francesa, por ser su lengua materna, cuando la música comenzó y su cuerpo adquirió vida propia, fue que encontró su lugar en el universo.

–Mi piel es suave– cantó– en mi baño de espuma– su cuerpo se movía de una forma no apta para su edad, y enloqueció a todo el público de inmediato– me salpico y me río.

Tras bambalinas Lita aplaudía y le mandaba los mejores deseos.

–Soy perezosa, pero no mala.

Ciertamente la audiencia no entendía ni una sola palabra del francés que emitía Fighter, pero era tan pegajosa la canción, y tan sublime su actuación que se ganó a todos.

Había nacido una estrella.

Pasaron los años, y los éxitos parecían ser los mejores amigos de la pelinegra de ojos zafiros, cantaba como los ángeles, y sus movimientos de baile hipnotizaba a quien la viera, tenía fama y fortuna, pero no así su corazón, pues a pesar de todos sus puntos, no conseguía llegar al corazón de su amiga Lita, su amistad empezó cuando la defendió de unos compañeros que la molestaron, por ser la nueva de la escuela, por ser linda, claro ella tampoco se dejaba, pero tres contra una no era algo justo, por eso cuando apareció la chica más alta y fuerte de la escuela a defenderla no pudo hacer otra cosa más que prendarse de ella, y aun mas, cuando la castaña de ojos verdes saco a relucir que tenía un lado lindo y tierno, que poco encajaba con su físico, pero a Lita no le gustaban los mujeres, y por eso durante diez años Fighter lucho a escondidas, siendo solo su amiga, esperando una oportunidad, desgraciadamente los padres de la chica en ese tiempo murieron, teniendo que irse con sus abuelos y dejando a Fighter en Tokio, y dado que la artista tenia giras en varios meses, su cercanía se volvió lejana, ya a sus veintitrés Fighter decidió tomarse un año sabático y decirle a su manager el implacable Diamante Black que le diera un respiro, se jugaría el todo por el todo en el cumpleaños de Lita, quien volvía a Tokio, desgraciadamente no sola, ahora que sus abuelos habían muerto también, su hermana menor Sereno Kino, regresaría con ella, ambas ya estaban asentadas en Tokio, Fighter no conocía a la hermana y poco le importaba, solo supo que ella recién entraría a la universidad.

Así que más guapa que nunca, con un vestido negro entallado y el cabello suelto, llego al domicilio de la castaña con rosas en mano, era una casa pequeña en las afueras de Tokio.

–Este día le diré que la amo, y entonces...

Respiro profundo, tenía más de un año de no verle, así que cuando la castaña le abrió, no pudo hacer otra cosa que iluminar su rostro con la mejor de sus sonrisas, la abrazo y beso en las mejillas, siempre dos y hasta tres veces, excusándose como siempre de su parte francesa, todo mientras abrazaba y se colgaba de su amiga de años.

– ¡Fighter, que bien te ves!

– ¡Tu igual!

Ambas estaban abrazadas, parecía el momento intimo entre dos amantes, así que cuando la hermana menor hizo aparición desde el interior de la casa, no pudo más que asustarse, era una chica de mente muy cerrada, no era para menos, si quien la crio había sido la abuela, una anciana muy estricta que incluso la habia tenido alejada de la realidad, Serena había crecido prácticamente como quien crece en la Luna, sin saber mucho del mundo que le rodeaba.

–Por fin vas a conocer a mi pequeña hermana, Serena, es mi amiga Fighter, de quien tanto te he hablado.

Serena hizo una reverencia.

–Gusto en conocerte.

A Fighter se le hizo raro que no hiciera mayores comentarios, o que incluso no le pidiera autógrafos.

–No te pareces en nada a Lita.

Fighter lo dijo con tal desdén que hasta la más despistada del mundo se daría cuenta, y esa era Serena, la rubia le dedico su mejor cara de molestia.

–No digas eso, anda, entremos– intervino Lita, sin escandalizarse, sabía que su amiga era grosera a veces.

La velada paso rápido, Lita no dejaba de ver el reloj, asunto que no pasó desapercibido para Fighter.

–Y bueno esa es la historia Serena, fue así como después de suplicarle mucho, Fighter acepto ir a X Factor, aunque no lo creas, ella era una chica muy tímida.

–Si ya me habías contado la historia cientos de veces, pero no es tan famosa como piensa, yo nunca he escuchado ninguna canción suya.

–Bueno es que la abuela no le gustaba esa música, por eso nunca la puse– se disculpó Lita.

–Por mí no hay problema– dijo Fighter.

De pronto el sonido del timbre hizo que Lita corriera a la puerta, Fighter instintivamente metió su mano al bolso que llevaba, aparte de las rosas también compro un anillo, sería el todo o nada, le pediría matrimonio a su amiga, tenía los recursos para llevarla a otro país y hacer una boda entre mujeres, tenía todo cubierto, pero nunca espero que Lita entrara con un chico del brazo.

–Serena, Fighter, es una alegría para mi presentarles a mi prometido, Andrew.

A Fighter se le fue el color, pero como toda buena artista supo disimular.

–Vaya que sorpresa, estoy tan feliz por ti Lita.

Se levantó a felicitarlos, y les dieron la noticia de que se casaban en unas semanas porque Lita estaba embarazada, otro golpe bajo para Fighter.

–Seremos una hermosa familia, Andrew, el bebé y tu Serena.

–Pues no estoy muy de acuerdo, seria incomodo vivir con una pareja recién casada, no me gusta la idea.

–Pero Serena...–dijo Lita.

–Yo estoy de acuerdo con tu hermana, no está bien, Lita tú has sufrido mucho, tuviste que dejar la escuela para trabajar desde muy joven– comento Fighter– lo más lógico es que vivas a plenitud tu matrimonio, además que Andrew– dijo el nombre casi arrastrándolo– dice que muy pronto lo moverán por su trabajo, Serena no puede cambiarse de universidad, así como así, ¿no te parece mejor idea que tu hermana viva conmigo?

–Pero ustedes no se conocen– dijo Lita.

–No tengo problema en que Serena viva con nosotros– comento Andrew.

–Pero yo si tengo problema– dijo Serena– ya no soy una niña, puedo vivir con Fighter, además es como si la conociera de toda la vida, tu siempre hablabas de ella, hermana, yo quiero vivir con ella.

Y con estas palabras Serena sello su destino.

Pues aquí el inicio de esta historia, espero que no sean tan duros conmigo, la creo por el simple capricho de imaginarme a Fighter cantando la canción que puse al principio y para probarme también como escritora haciendo yuri, por lo tanto será un...

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Pues aquí el inicio de esta historia, espero que no sean tan duros conmigo, la creo por el simple capricho de imaginarme a Fighter cantando la canción que puse al principio y para probarme también como escritora haciendo yuri, por lo tanto será una historia corta. Por cierto, la idea del inicio lo tome de JR, pero de aquí en adelante todo será bastante diferente.

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