Capitulo 13

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En la mansión de la familia Star, Taiki no dejaba de mirar a Fighter, ella no se incomodó, fue preparada, para todo lo que pudiera sucederle.

-No voy a desaparecer- dijo ella mientras se limpiaba la boca.

Era la primera vez en varios años que cenaban juntos, al principio el castaño no le creyó que viviría con él, pero al verla llegar, con varias maletas, supo que era verdad.

-Entonces- dijo la pelinegra- ¿Cómo van los negocios?

-Recién te interesas, siendo que la mitad es toda tuya.

-Yo renuncié a eso cuando me fui de casa.

-Pero no fue pactado por escrito, así que sigue siendo tu parte.

Ella casi se carcajea de alegría, contaba con eso, pero debía medir bien el daño que causaría, y entre más dócil se mostrara, más confiado estaría Taiki, y más bajo lo haría caer.

-Me sorprende que recapacitaras, tú no eres así.

-Bueno, ya me cansé de estar enojada contigo, somos hermanos, no voy a ir en contra de la sangre.

- ¿A pesar de separarte de tu noviecita?

-Si.

- ¿Enserio?

-Ya lo sé todo, no me importa más.

-No sé si creerte, te veías genuinamente enamorada.

-Y ahora estoy genuinamente arrepentida por esa aventura, yo misma creí que en verdad estaba loca de amor por ella, pero solo fue cosa de un rato, y no soy plato de segunda mesa, ahora anda con alguien de su categoría, todo es claro para mí.

Fighter lo dijo con todo el desdén posible, aunque se estaba quemando por dentro, incluso juraría que veía las llamas rodearle a ella y Taiki.

"Bienvenida al inframundo".

-Aunque estoy de vuelta, no es como si estuviera declarando que te acepto por completo- Taiki miro filosamente cada palabra, no era tonto, ella estaba tramando algo, pero, también tenía la guardia baja, extrañaba todo de ella, así que estaría con el corazón abierto- veré si aún eres digno de mi cariño.

Taiki se levantó de su asiento, y con mucha delicadeza tomo la mano de Fighter, y mientras su mirada violeta admiraba la hermosa cara de su hermana, murmuro.

-Seré digno.

Pero no era fácil, no tanto, a pesar del tiempo, cuando llego la noche y tuvo que subir las escaleras, fue como si una neblina oscura y densa comenzara a emerger de las paredes, peor fue cuando llego a la puerta de su cuarto, aquel donde Taiki le quito su inocencia, no pudo siquiera abrir, pues la perilla parecía que brillaba, pero no cálido, sino frio y rojo, rojo de fuego, rojo de sangre, se alejó de la puerta, tuvo que apretar su mano para que esta dejara de temblar.

"Yo puedo hacerlo".

Pero no pudo, y se disculpó así misma, no es como si los años borraran por completo aquello, y tampoco debía someterse a esa tortura, no quería verlo, no las paredes rosas que imagino que estarían rotas, como lo estuvo ella en silencio, menos la cama, esa cama llena de pecados, no los suyos, no era culpable, y, aun así, se sentía culpable, decidió que en otro momento lo haría.

"Un poco más de tiempo".

Fighter camino despacio, pero decidida, ella no era la misma, y seria fuerte, por su amor a Serena y por qué ella necesitaba curar de una vez por todas esa herida.

Pero en la noche, tuvo pesadillas, alguien quería ultrajarla, pero no era Taiki, era un ser oscuro, ella lloraba y pataleaba, y cuando se creyó perdida, una luz lo ilumino todo..." Fighter, amada mía", un ángel, con el rostro de Serena la cubrió con su calidez, y el ambiente se volvió blanco y apacible, y por fin, después de muchos años, logro dormir tranquilamente en aquella casa.

Idol PopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora