Capitulo 3

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Fighter estudiaba el rostro desencajado de Serena, como tratando de adivinar sus pensamientos, era muy lista, pero conocía nada a la rubia, finalmente respiro hondo.

–¿Qué tanto escuchaste de mi conversación con Artemis?

Serena miro a la ventana, estaban sentadas en la enorme sala, el amanecer pronto llegaría, algunos rayos de sol entraron sin permiso por las cortinas del pent-house.

–Siento haber escuchado, no era mi intención.

–Eso no fue lo que te pregunte, además, se supone que eres una niña de casa bien educada, eso pensaba, ahora veo que eres una fisgona.

–¡Ya dije que lo siento!

–¡Responde la pregunta!

Artemis estaba mirando desde arriba, deseaba intervenir, pero no le fue permitido, Fighter y Serena no habían convivido mucho, iniciar su relación con un conflicto no era nada bueno.

–No me grites– fue una súplica, Serena recién se enteraba que la chica de sus sueños pecaminosos estaba enamorada de su hermana, de siempre suponía que ella no tendría al alcance semejante estrella, ya lo sabía, pero el enterarse de eso, simplemente fue aplastante, terrible, de por sí ya estaba desde hace varios meses luchando con esos pensamientos de romance, sentía que merecía el infierno, su abuela no la había educado para sentir eso.

"Es mi castigo."

Fighter al ver que Serena quería llorar, respiro hondo nuevamente, trato de calmarse, había descubierto su secreto, y la peor persona del mundo se enteró, estaba nerviosa, la probabilidad de que Lita se enterara era alta, y de que la detestara después de eso mucho peor, ya estaba resignada a ser la amiga por siempre, por lo menos quería tenerla de esa manera.

–Serena, perdón por gritarte– dijo tocándose la sien– , pero en este momento no sé qué es lo que pienses de mí, y en verdad me importa lo que piensas, créeme.

"Le importo, le importo porque soy la hermana de Lita, nada más por eso"

–Creo que no fue buena idea venir aquí– le dijo a la pelinegra– soy muy torpe, no sé nada del mundo, no sé lo que está bien, lo que está mal, estoy aterrada porque entrare a la universidad y no se relacionarme con las personas, soy una estudiante algo lenta, creo que al final decepcionare a Lita, ella que dio su juventud para trabajar para darme lo que necesitaba, porque mis abuelos apenas podían con ellos mismos, yo quiero que este orgullosa de mí, pero, no creo poder lograrlo.

Fighter decidió que mejor no hablaría del tema, si la rubia no tomaba en cuenta lo que habia platicado con Artemis entonces no había problema, pero lo que habia dicho Serena era un gran contratiempo, la chica habia sido criada como una ermitaña, era una mezcla rara de modales viejos y desconocimiento, la cantante tenia de momento tiempo libre, por eso se le ocurrió una gran idea.

–Yo te mostrare el mundo, te ayudare incluso a estudiar, aunque me dedico a la música me recibí de abogada, soy una mujer preparada.

–¿Tú me quieres ayudar?

Fighter asintió con una sonrisa. Serena miro el hermoso rostro de la pelinegra de ojos azules, vio sinceridad en su mirada. Su corazón se alegró.

–¡Me encanta la idea! ¡Mira ya amaneció!– dijo Serena tallándose los ojos– ¡Voy a preparar el desayuno! ¡Desayunemos juntas!

–Seria genial– dijo Fighter con una sonrisa, Serena se ruborizo, esa pequeña sonrisa era para ella.


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