Una historia de hermanos| Gravity Falls| Terminada

3: ¡Ya no aguanto!

Dipper

Domingo por la noche.
Ha pasado 1 año y 6 mese desde que abandonamos Gravity Falls y aquí estoy debajo de mis sábanas abrazando a Mabel, mientras escuchamos los gritos provenientes de abajo

-¡Tú eres el que se quedo sin empleo!- gritaba mamá

-¡A mi no me grites mujer!-respondió muy rudo mi padre

-¡No podemos seguir así!

Mabel estaba acurrucada en mi pecho llorando.

-¡Ya no aguanto escucharlos gritar Dipper!- dijo calmando el llanto

-Tranquila todo va a estar bien. Te lo prometo

La verdad es que ni siquiera yo me creí las palabras que salieron de mi boca, mamá y papá llevaban meses así. Desde que la abuela murió, papá empezó a emborracharse perdió el empleo debido a sus malditas borracheras, le reclamaba de todo a mamá y podía jurar que a veces la golpeaba pero nunca nos lo confesó, por la muerte de mi abuela no pudimos volver a Gravity Falls y como el tío Stan y el tío Ford estan lejos no se han enterado de la muerte de la esposa de su hermano Shermy

-Dipper no hagas promesas que no vas a cumplir, ¡nada va a estar bien!- dijo para volver a romper en llanto

-Pronto acabará tranquila, por favor

-No puedo, Dipper. Ya no soporto escucharlos gritar-dijo casi gritando- No soy estúpida, se van a divorciar, mamá se va a cansar en algún momento y van a separarnos, tú te irás con papá y yo con mamá.

-Te prometo que no voy a dejar por nada del mundo que eso pase- le dije quitando un pelo de su cara y cocandolo detras de su oreja- Todo va estar bien tranquila, No voy a permitir que nada nos separe, te lo juro-dije alzando mi palma derecha y poniendo mi otra en la barriga-Por mi panza

No dijo nada dio su sonrisa más sincera, en señal de que confiaba y aún con sus mejillas humedas se lanzó a abrazarme de tal manera que las sábanas salieron volando, era el abrazo más calido y fuerte que había recibido. Me costó un rato reaccionar y devolverle el abrazo, fue algo tan inesperado.

-Te quiero Dipper- dijo sollozando en mi hombro

-Te quiero hermanita-dije apretando el abrazo-Nada va a separarnos

Estuvimos así un rato hasta que poco a poco se separó

-Juntos por siempre-dijo extendiendo su dedo meñique

-Hasta la muerte-le contesté apretando su meñique.

Era un pacto sellado ese instante, un pacto que ni Bill podía romper, o eso creí ese día, ese pacto sellado de que nada nos iba a separar, yo quería tanto a mi hermana que no se que haría sin ella, jamás me sentí tan completo como cuando jugaba con ella, cunado nos contabamos todo, éramos mejores amigos desde que tengo memoria, no éramos como los otros hermanos rara vez peleabamos, nosotros siempre ibamos a ser inseparables.

Después de eso caímos tendidos en mi cama ambos quedamos profundamente dormidos.

Esa noche tuve el peor sueño. Mejor dicho pesadilla...

-Me lo prometiste Dipper-dijo Mabel con sus mejillas húmedas

-Mabs yo...-no me dejo terminar

-¡Deja de llamarme así! en lo que a mi consta no somos hermanos

-Mabel por favor escucha

-¡¿Qué quieres que escuche? eras lo único que me quedaba y ahora por tu culpa tengo que irme al otro lado del mundo!

Después de eso último desperté agitado, ¿qué había sido eso?, miré a un lado y ahí estaba Mabel dulcemente dormida, estaba temblando, pues claro, en mi repentino sueño la descobije, la cargue hasta su cuarto. Los gritos de mamá y papá habían cesado.

Dejé a Mabel en su cama y la arropé le di un beso en la frente y cerré con cuidado su puerta.

Regresé a mi cuarto, me recosté pero no pude conciliar el sueño, seguía pensando en lo que acaba de soñar. Esa noche no pude dormir.

Lo que no sabía es que al día siguiente necesitaría haber dormido, necesitaría toda la fuerza que tenía...