QUINCE

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París, Francia. Dia uno.

Perrie

-Esto es literalmente una locura, Amelia.- Dije intentando contener mi risa.

-¿Por qué? No exageres, una entra gratis.- Comentó emocionada.- Vivamos esto como una aventura. Vivamos esto como una locura.- Pidio casi de rodillas y no pude evitar acceder a su petición. 

Siguiendo las locuras de Jade, me acerqué a la boletería que había en el parque de atracciones y compre seis boletos para subir a los diversos juegos. 

-Vamos a la montaña rusa, por favor.- Pidio Jade con puchero.- La última vez que vinimos no te pudiste subir por el embarazo; esta vez no me podes rechazar.

Nuevamente, y como era costumbre, accedí a su pedido y juntas nos acercamos hacia donde se encontraba el juego.

-¿Sube sola?- Preguntó el muchacho que manejaba el juego y, conforme él hablaba Jade comenzó a subirse en el carrito ya que nadie podía verla.

-Sí, subo sola.- Respondí al chico y le entregué el boleto.

-Bien.- Corto una esquina del boleto y me devolvió la otra parte. En cuanto subí al carrito me trancó las barreras de seguridad y me pidió que me sostenga fuerte. Jade, aunque la orden no había sido para ella, le obedeció también.

Lentamente, el carrito comenzó a ascender por los rieles de la montaña, y yo me aferré a la mano de Jade con mucha más fuerza.

-¿Miedo, Edwards?- Bromeó.

-Soy literalmente una gobernada, solo yo accedo a subirme en estos juegos.- Dije con los ojos fuertemente cerrados.

-Es porque soy Jade Thirlwall, tu debilidad, y no podes negarte a mi jamás. Sobretodo con lo que me amas.

-En estos momentos te detesto.- Dije de una forma que apensas se escuchaba. Jade se soltó de las barreras que nos protegía y alzó sus manos.- Por favor, agarrate de la barrera Jade.- Pedí intentado contener el temor, pero me era imposible.

-No sé si te acordas, pero soy un ángel ahora. Perfectamente puedo sobrevolar este parque y nadie lo vería. Es más, si no fuera porque la gente se volvería loca al verte, te agarraría en este momento y te llevaría a sobrevolar la ciudad.- Una sonrisa pícara se formó en su rostro.

-No tenes límites.- Dije mirando embonadamente su rostro.

-No los tengo, y vos tampoco. Estamos dementes, pero lo estamos juntas, ¿se puede pedir algo mejor?

-Por supuesto que no.- Negué y sonreí. Ella copió mi acción.
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En el momento menos pensado, los seis boletos se habían acabado y decidimos regresar al hotel en donde nos hospedabamos.

-¿Sabes cuál fue mi parte del día más divertida?- Preguntó Jade mientras tomaba un paquete de papas chips y se tiraba en la cama. No me dejó responder.- Cuando hice que entraras a los parques acuáticos.- Rió, seguro que al recordar el momento.

-No me parece divertido que te burles de mí, sabes que le temo al agua.- Dije con un falso puchero.

-Ahora se explica porqué oles a mugre, no te bañas.- Una escandalosa carcajada salió de ella y yo le regalé mi dedo corazón acompañado de una siniestra risa.

-Me amas igual, con olor y todo.- Intenté justificar.

-No desmentiste el hecho de que no te bañas.- Volvió a pelear.

-Te detesto, mi querida Amelia.

-¿Sí? ¿Cuánto?

-Mucho, un montón. De acá a martes ida y vuel...- Sin dejarme terminar la frase, Jade se lanzó hacia la silla donde yo estaba sentada y comezó a besarme alocadamente.

-¿Podemos ir a la cama?- Suplicó sin soltar mi remera.- Por favor.

Accedí a su pedido y me paré de mi lugar. En cuanto envolví mis piernas alrededor de su cintura, se dirigió hasta la cama.
Me recostó en ella y se tendió sobre mí.

El sonido de mi celular nos interrumpió. Pesadamente y frustrada por la interrupción, lo tomé de la mesita de noche;  en la pantalla se leía  <llamada entrante de Lern>. La rechacé. Le envié un cortó mensaje:
"Lo siento Lern, estoy con mamá. En un rato te llama. Los amo, xoxo..."

Solté el celular en la mesita y me dirigí a Jade que se encontraba a mi costado apoyada en sus codos:
-¿No venís?- Pregunté juguetonamente sacándome la remera.

Jade se lanzó nuevamente sobre mí.

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No pude subirlo ayer pero lo hice hoy, algo es algo, ¿no?

Espero les guste y, a pesar de la demora, no hayan dejado de seguir la historia.

¡¡Besos y abrazos!!


My Angel Fallen (Jerrie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora