Breaking Past (Shizaya)

Estaba destinado a suceder

—Así que te amenazó con su arma —Izaya habló mientras caminábamos del brazo por el pasillo. Reí nervioso, aunque, un arma probablemente no me haría mucho daño. —Ni siquiera creo que un arma pueda herirte —murmuró, casi como si estuviera asombrado. Coincidí con él en silencio.

—¿A dónde nos dirigimos exactamente? —le pregunté al pelinegro.

—Al comedor.

—Ni siquiera sabía que tuviéramos un comedor.

—Tampoco yo, pero hace mucho frío afuera para comer en la azotea.

Nos apresuramos en bajar esas infinitas escaleras y eventualmente llegamos a una sala llena del sonido de ruidosos adolescentes, charlando en su hora del almuerzo —Tú sabes, de verdad estoy muy feliz de que tu padre aprobara esto. Significa mucho para mi. Ahora sólo necesito decirle a mis padres —reí entre dientes, e Izaya sonrió también cuando nos sentamos en una mesa vacía. Nos apuramos a tomar asiento y sacar nuestro almuerzo.

—Puedo imaginar cómo de sorprendidos estarán, después del pequeño episodio del encuentro de los padres y la novia —bromeó.

—Sí, después que les dije que rompimos mi madre fue todo como "seguramente ella era una de esas zorras de la escuela, ¡lo supe todo el tiempo!" —compartimos unas rápidas risas y urgamos en nuestra comida. Un cómodo silencio se asentó entre nosotros a través del ruidoso espacio. Pero fue abruptamente interrumpido por cierta persona de lentes y un familiar tipo con una fría expresión en su rostro.

—¡¿Es verdad?! —bramó Shinra. Él lucía como si estuviera a punto de salir a Marte, si es que no no volaba más allá por la excitación extra. Estampó sus manos con fuerza sobre la mesa e Izaya saltó de sorpresa.

—¿Qué es verdad? —le pregunté. Parecía como si ya casi fuera a explotar, Shinra. Kadota se puso un poco nervioso y dio un paso apartándose del -pronto a ser- doctor clandestino debido a su abrumadora excitación.

Izaya rodó sus ojos a Shinra y continuó comiendo su ensalada. Shinra miraba de lado a lado entre nosotros con una escalofriante sonrisa. —¡¿Están saliendo?! —medio rió como un niño.

Observé a Izaya con mirada interrogante. —¿Cuál es el punto en ocultar esto? —le pregunté, él se encogió de hombros en respuesta y volvió a comer su comida.

Shinra bailó en su sitio y lanzó las manos al aire. —¡Lo sabía! ¡Sabía que mis dos mejores amigos se llevarían bien un día!

Justo en ese momento, un tipo con su cabello rojo apareció detrás de Izaya, poniendo una mano sobre su hombro. Shinra dejó su estúpida danza y Kadota volvió a acercarse. El tipo sonrió y golpeteó sus dedos lentamente sobre el hombro del pelinegro. Izaya y yo nos tensamos. —Bien, sino es el Orihara Izaya —sonrió ladino. Sus ojos se cruzaron con los míos y su sonrisa se amplió un poco. —Y Heiwajima Shizuo, la última vez que revisé ustedes no podían siquiera estar en la misma escuela juntos.

—Atrás Hiroshi, los tiempos han cambiado —fue Izaya quien habló. Él hablaba con clara irritación goteando de su voz.

El tipo llamado Hiroshi miró por lo bajo a Izaya con el ceño fruncido, pero fue rápidamente reemplazado por una sonrisa gentil. Sentí que había algo que se supone tenía que recordar sobre él, y me hastiaba que parecía no poder recordar nada. Pero había visto a éste tipo antes en alguna parte.

—Disfruten su almuerzo caballeros —entonces se fue sin ninguna otra palabra. Desdeñé de él mientras su forma física se mezclaba en la multitud de estudiantes.

—¿Quién es él? —gruñí molesto. Kadota y Shinra se sentaron junto a nosotros. Sorpresivamente fue Shinra quien habló primero.

—Él estaba jugando en la red de apuestas de Orihara-kun, que por cierto todavía no es desmantelada —Izaya pareció fruncir el ceño a la última parte. Rápidamente se terminó su ensalada antes de levantarse de su asiento.