Incluso sonara liviano decir que poco te he entendido, que me he roto las costillas para enderezarte y mira que no he conseguido ni una mierda.
Ha sido en vano el exiguo esfuerzo que he invertido en corregir tus modales y la forma en la que crees quererme y está bien, pero.
Yo jamás dejé de besarte la piel, y creo que has sido lacerante, no has sabido como tocarme sin lastimar.
Te he buscado ya muchos estíos, detrás de la risa, junto a un árbol o en la espuma de aquella mañana en la que despertabas sin avisar y construías montañas y edificios mas grandes que tú.
Más grandes que cualquier amor ridículo, o mas extenso que las vías de cualquier tren de Rusia.
Eterno olvido, manos rotas, niña triste cuerpo de porcelana fina.
Vuelve y te escribo algo que te puedas comer.
ESTÁS LEYENDO
Alaska II
PoetryTe has quebrado las uñas intentando salvarte, hiciste proclamaciones marchitas a tu independencia. Y ahora me quedo hablando de tu saliva, y del sonido de tus batallas. Y aún así, estos escritos no quedarán puros, porque no están versados a la maner...