Cap. 9 ||El Santuario [EDITADO]

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|Sophia's POV|

Cuando Rachel se compuso la bajé y corrimos juntas. A lo lejos divisamos unos árboles grandes.

—¡Hey Rachel! —le grité/susurré.

—¿Qué? —me respondió de igual manera.

—Vamos a subirnos a esos árboles —le sugerí.

—De acuerdo.

Subimos a los árboles con cuidado de no tropezarnos y nos quedamos ahí calmando nuestras respiraciones. Luego de un rato me dormí.

De repente siento que me pinchan con algo filoso en el brazo, y antes de volver a dormirme, lo único que puedo decir es "Rachel".

Me desperté y miré alrededor. Este lugar parecía una fábrica abandonada.

—Al fin despiertas —una voz masculina me sobresaltó.

Intenté tomar el cuchillo de mi pierna, pero al parecer estaba atada.

—¿Dónde estoy? —pregunté lo más calmada posible.

—Estás en el Santuario. Es un lugar para sobrevivientes. Te encontramos a ti y a una niñita indefensa luchando con  unos caminantes en el bosque. Las salvamos. Deberían agradecernos.

—Si. Deberíamos. Pero que sea pequeña no significa que sea estúpida. Ustedes no nos salvaron. Ustedes nos raptaron.

—Niña estúpida —dijo el hombre entre dientes y se retiró.

 Cuando ya me estaba quedando dormida entró otro hombre. Tenía un bate con alambre de púas.

—Hola, soy Negan. Bienvenida al Santuario.

—¿Dónde está Rachel? —pregunté.

—Deberías presentarte primero.

—Pepita la pistolera. ¿Dónde está Rachel?

—¿La niña con la que llegaste? —preguntó. Asentí—. Oh, ahora deben estar torturándola.

Tragué saliva. ¿Torturándola? Rachel estuvo prisionera aproximadamente un año y ahora volvían a torturarla.

—¡Déjanos salir maldito! —le grité y le escupí en la cara.

Se limpió la saliva en su mejilla lentamente. A todo esto aún conservaba una sonrisa que daba escalofríos. 

—Déjame pensarlo; NO.

—¡Hijo de puta! —le grité.

—¿Con esa boquita comes? —me preguntó sorprendido.

No le respondí.

—¡JOEY! —le gritó a algún sujeto afuera.

—¿Sí, jefe? —preguntó llegando un gordito que parecía muy tierno.

—Llévala a la habitación con la niña.

—Sí, jefe —respondió cabizbajo el gordito.

Me vendaron los ojos y me llevaron a una habitación que supongo sería donde tenían a Rachel.

Cuando me quitaron el vendaje, estaba en un lugar que parecía ser un armario de limpieza. En la esquina en diagonal a la mía estaba Rachel dormida.

Comenzaron a reproducir una canción lava cerebros que lo único que hacía era irritarme más cada vez.

Suspiré. Este día sería largo.

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24-11-19: Editado.

Two Years Later - Carl Grimes y Sophia Peletier   [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora