Two Years Later - Carl Grimes y Sophia Peletier [EN EDICIÓN]

Cap. 20 ||¡Corran! [EDITADO]

Y se vuelve a repetir la historia... ¿irónico, no? Ahora mismo se podría decir que corremos por nuestras vidas, pues el plan falló.

Estamos resguardándonos de la horda. Un momento; a este paso seguro que nadie me entiende. Vamos a explicar desde el principio.

Estábamos tranquilamente sembrando tomates con Maggie, cuando de repente, se oye un grito en toda Alexandria.

—¡ABRAN LA MALDITA PUERTA! —sonó la voz de Rick.

Lógicamente, estaba afuera a punto de ser devorado vivo, noten el sarcasmo. Spencer rápidamente abrió la puerta y Rick entró corriendo y jadeando.

—El plan falló. Carter fue devorado. La horda... —no pudo decir más porque cayó desmayado.

Aunque me hice una idea de por qué tan agotado: la horda se había desviado con los gritos de Carter y Rick quiso guiarlos él solo; lógico: misión suicida.

La cosa es que mitad de la horda llegó a Alexandria y ahora esperaban a cualquier cosa que quisiera entrar o salir para devorarlo, sea lo que sea.

Luego de horas en silencio absoluto, se oyen crujidos. Me volteo para ver qué ocasiona el ruido y veo la torre de vigilancia externa caerse, derribando así uno de los muros y dando paso a la horda.

Maggie rápidamente corrió en dirección a una de las torres de vigilancia, desapareciendo de mi campo visual.

—¡MAGGIE! ¡VUELVE! —le grité. Sin embargo ella no se detuvo en su carrera ni yo en mis gritos. De repente siento que me toman de la mano.

Era Carl. Delante nuestro estaban Michonne y Rick ayudando a Deanna que estaba herida.

Se oyen dos disparos seguido de un grito de Jessie, la madre de Ron.

—¡Aquí, tengo a Judith!

Ciertamente es cruel que Judith esté en un mundo como este, pero no por eso vamos a bajar la guardia con respecto a ella y a Owen. Prácticamente son mi motivo para seguir cuando quiero acabar con este sufrimiento.

Una vez llegamos a casa de Jessie, trabamos bien la puerta y yo me dispuse a curar la herida de Deanna.

—Vamos a ver, necesito subirte un poco la remera —le dije a Deanna, esta me obedeció y pude ver una gran mordida en su torso—. Seguro hay algo que podamos hacer. ¿Verdad Rick?

Ya estaba comenzando uno de mis ataques de pánico.

Rick negó con la cabeza lentamente y allí fue cuando perdí el control; comencé a golpear el torso de Rick inconscientemente, en un intento de desahogarme, más eso fue en vano.

Deanna mordida, una horda invadiendo Alexandria, Carl y Ron enfrentados como perro y gato, Rae y yo con los ataques de histeria... ¿Qué podría empeorar?