Two Years Later - Carl Grimes y Sophia Peletier [EN EDICIÓN]

No podré hacerlo si tú no estás...

Todos estábamos muy preocupados por la salud de Rick, ya que el disparo que salió del arma de Ron le dio en el ojo.

Ahora mismo me encuentro en la sala de espera de la enfermería con el resto del grupo a la espera de noticias.

-Hice lo que pude. -informó Denise saliendo de la habitación en la que estaba Rick- Pueden pasar a verlo, pero no estar más de quince minutos ya que su ritmo cardíaco es bajo.

-Bien -asentí. Tomé la mano de Carl y juntos entramos en el lugar.

Ver a Rick en ese estado me partió el alma, y me hizo sentir culpable; si tan sólo hubiese dejado que Ron me disparase a mí, nada de esto hubiera pasado.

-¿En qué piensas? -me preguntó Carl con la voz quebrada.

-Es que... si tan sólo hubiera permitido que me disparase a mí, Rick no estaría así... Fue mi culpa, Carl.

Su semblante cambió a uno serio.

-¿Qué dices? Sophia, esto no es culpa de nadie, única y completamente de Ron en todo caso, pero no es culpa tuya, ni mía, ni de nadie a nuestro alrededor.-okay, está enojado.

-Pero...

-Sin peros, Sophia; ¿recuerdas cuando en el Campamento de Atlanta me convenciste de que no era mi culpa que Amy hubiera muerto? -asentí- Bien, ahora yo estoy intentando convencerte a ti de que esto no es mi culpa.

Me sorprendí, pensé que no lo recordaría.

-Sophia, sé que mi padre tiene pocas probabilidades de vivir, y si él muere yo moriré, no podré sobrevivir, no podré hacerlo si tú no estás conmigo aconsejándome, haciéndome sentir bien, acompañándome en cada cosa que me proponga... esa es la Sophia que amo y necesito, necesito tus consejos, tus besos, tus abrazos, necesito todo de tí, así como yo entregué todo de mi, tú también debes hacerlo contigo...

No resistí más y lo besé apasionadamente, entregándole todo el amor, el cariño y el afecto que tengo hacia él.

-Bueno, ¿vinieron a visitarme o a besarse enfrente de mi cara? -esa era la voz de Rick.

Nos separamos bruscamente y ambos observamos a Rick, que aunque no tuviera los ojos abiertos, conservaba una sonrisa en el rostro.

-Oh vamos, ¿en serio pensaron que iba a morir? Aún no es mi hora -dijo con una sonrisa- aunque, un pequeño detalle... no puedo abrir mis ojos.

Oh, oh...

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