"Que su amor me provocó heridas. Que corté una rosa y me pinché con sus espinas"
Estaba enamorado de ti, o eso decía yo. Jamás te regalé flores y créeme que lo siento.
Estabas enamorada de otro, y eso dolía. Dolía como clavarse un puñal en el pecho. Pero él nunca te correspondió, porque no pudo.
Todos decían que eras como una rosa. Frágil pero hermosa. ¿Sabes en que más te parecías a una rosa, cariño? En el daño que le producías a las personas cuando se acercaban a ti, cuando intentaban tocarte. Estabas llena de espinas. Espinas que habían crecido por el dolor, el desamor y la pena.
Debí haberte regalado flores, sé que debí hacerlo.
Perdona.Y sé que arrepentirse no sirvió de nada. Ni a ti, ni a tu amado, ni a su amada. Pero no importa.
Ahora voy a regalarte flores, voy a regalarte rosas, y es que al menos ellas están vivas.Descansa en paz, flor mía, y es que érase una vez una rosa con espinas.

ESTÁS LEYENDO
Érase una vez
Short StoryÉrase una vez una reina sin corona. Érase una vez una enamorada sin rosas. Érase una vez un ángel que no podía volar. Érase una vez alguien que nunca pudo amar. Érase una vez el principio del final.