Capítulo 1: Estrella Fugaz

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(Borrador)

Las cosas han cambiado, estamos en una época en que la palabra  >>confianza<<  no existe, ya nadie tiene la esperanza firme en una persona. Seguridad en ellos. Yo creía en esas palabras cuando nadie lo hacía, pero no me sirvió de nada; solo hirió. Observo con detenimiento a cada una de las personas; como se relacionan, cada uno de sus movimientos, los gestos. Y todo el mundo parecía en completo silencio, pero  simplemente era yo.

-¿En qué piensas?- di un leve respingo al escuchar la voz de Kara.

Había olvidado por completo que estaba en la biblioteca del instituto. Cerré el libro con cuidado y la observé unos segundos para luego contestar:

-Recordé que después de clases me tocaba hacer las compras.- mentí mientras tocaba  las puntas de mi cabello con rapidez.  Ella asintió con la cabeza y siguió tecleando su portátil, no por mucho tiempo ya que luego de unos minutos el timbre había sonado, eso quería decir: Biología.
Me levanté de allí dejando el libro sobre la mesa de madera para dirigirme al aula con Kara detrás mío. Mientras iba caminando noté que en las paredes y casilleros habían pegado una publicidad para ver la lluvia de estrellas que se hacía cada cinco años, nunca asistía, las veía de mi ventana ya que nunca me interesó.

Como sea, ojeé a   Kara que iba detrás mío y me puse a reflexionar;  era una de las únicas personas a las que puedo considerar amiga, íbamos a todos lados juntas y siempre la invitaba a mi casa como ella a mí, pero no era mi mejor amiga, estaba muy lejos de serlo. Y siempre me preguntó el porqué.
Abrí la puerta y lo primero que hice fue divisar mi asiento que está en la tercera fila contra la pared, di un paso pero una mano  se posó en mi hombro haciendo que retrocediera y me quede mirando a la persona de frente. Cuando lo vi me arrepentí al instante de no haber seguido mi camino y zafarme de su agarre pero ya era demasiado tarde.

-¿Qué quieres Cameron?- cuestioné poniéndome de brazos cruzados y mi tono de voz digamos que no sonó tan amistosa, ¿pero cómo iba a contestar?  Cameron es un completo imbécil hecho y derecho que solo usa a las mujeres como pasatiempo.

-Ya sabes lo que quiero Seven.- dijo entrecerrando sus ojos color avellana. Mi corazón se había detenido por un momento, solo uno. No podía darle lo que quería, era imposible y él lo sabía pero quería usarme.

-Sabes que es imposible Cameron, déjalo atrás, ¡olvida el maldito pasado!- exclamé en un grito que hizo que la clase entera nos mirara. De repente entra el profesor Elbert con su maletín y nos mira.

-¿¡Qué lo deje atrás!? Dame lo que necesito Seven.- obligó con enfado. Parecia que sus ojosse iban a salir de su órbita en cualquier momento.

-No quiero discusiones en mi horario de clase, así que vayan todos a sus asientos y no quiero oír que hablen o murmuren ¿escucharon?- ordenó el profesor y todos asentimos.

     ...

-Kara, los chicos del equipo del lacrosse te miran raro, deja de hacer eso.- dije mientras le quitaba una patata de la nariz y esta me mira con el ceño fruncido.

-Al que no les guste, que no me mire.-rechistó volviéndose a colocar la patata en la nariz. Rodé los ojos y contemplé que el mismísimo  Kail Green estaba entrando por la puerta de la cafetería. Golpee a Kara en la espalda y sus patatas salieron de sus orificios al ver aquel chico.

-Así que ¿al que no le guste que no me mire, eh?- bromee soltando una risilla, Kara solo le quedo viendo. Esta chica está muerta por él desde que tiene uso de razón, nunca se animó a hablarle es tímida y le cuesta relacionarse con los demás, como a mí.

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