No Hagamos La Guerra [2min] [PAUSADA]

Confusión

-Onew idiota, pudiste reportarte antes- exclamó Minho, al mismo tiempo que se acercaba a él para saludarlo con un golpe, si es que a eso se le podía llamar saludo.

-Temí que hubieras muerto y que estuvieras entre los cadáveres que ayudé a cargar; no te encontrabas con los demás soldados-

-Crees que el mejor sargento moriría ante esos malditos bastardos!! Ni hablar, es más yo pensé que tu ya habrías muerto entrenando a los nuevos reclutas- dijo Onew señalándolo con el dedo, mientras hacía una cara de extrañeza.
-¿No ocurrió nada interesante mientras me fui?-

-A que te refieres- espetó Minho

-No lo se, siempre tienes el seño fruncido y no te preocupas tanto por mí, aunque soy tu amigo desde la infancia, en pocas palabras te ves diferente, estás menos, como decirlo .... gruñón; ¿sera que apareció alguien interesante? -

-No lo creo, simplemente apareció alguien a quién me da satisfacción torturar- dijo Minho con una sonrisa maliciosa en su rostro.

-Vaya nunca creí que el gran y joven comandante Minho desarrollarían un fetiche por una persona en menos de 2 días, pero al parecer hay alguien que tiene ese poder, me gustaría que me hablarás más de tu fetiche, pero en este momento estoy terriblemente cansado, lo único que quiero es ir a las barracas, ducharme y dormir un poco; así que nos vemos mañana- dijo Onew pasando a lado de Minho y sin dejarle tiempo para que respondiera a su comentario, el cual  no había sido de tanto agrado para él.
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Taemin y Hyuk habían caminado hasta las barracas, pero se separaron para que cada quien pudiera ir a la suya; se despidieron y desearon las buenas noches, siguiendo cada uno su camino.

Taemin iba caminando lo que le quedaba por recorrer para llegar a su barraca y se puso a pensar en lo agradable que había sido el haber hecho un nuevo amigo, además recordó que le había ofrecido su ayuda para evitar a Minho y a sus niñerías; Taemin sabía que posiblemente seguiría haciéndole pasar malos ratos, pero por alguna razón no lo odiaba del todo, pues el día de hoy había observado a Minho ayudar a docenas de muchachos heridos, dar órdenes a todo el mundo y ayudar a cargar a los soldados caídos, y todo eso sin derramar una lágrima; muchos podrían considerar eso como frialdad, pero Taemin notaba que los ojos de Minho no eran fríos, sino que estaban llenos de coraje, decisión, se notaban fuertes, y no ajenos a la situación, simplemente reflejaban su fortaleza; era algo que Taemin no podía ignorar y que hacía que se ganase un poco del respeto que ya había perdido por la jugarreta que le había hecho horas antes-

Finalmente Taemin llegó a su respectiva barraca, le sorprendió ver que muchos de sus compañeros ya se habían duchado he incluso dormido; Key y Jong no eran la excepción, pues podría estallar un misil a su lado y no despertar a ninguno de los dos.

-Valla duermen como troncos- dijo Tae entre risillas; -supongo que ya debería ducharme y dormir, mañana sera un día igual de difícil que hoy así que más vale encarar a Minho con toda la energía que pueda-, dicho esto Taemin se fue a las duchas donde tomó un baño con agua fría para evitar que sus músculos quedaran a doloridos por el exceso de ejercicio; una vez que terminó tomó su toalla y la enredó alrededor de su cintura, después salió de ahí y se fue directo hasta su litera para tomar una playera blanca sin mangas de cuello redondo y un short negro que había dejado sobre su cama; iba a tomar la ropa cuando de repente vio a un chico recostado en la parte de abajo de su litera; no lo había visto entre los nuevos así que supuso que era uno de los soldados que acababan de llegar ese mismo día; parecía distraído y miraba hacia arriba, al parecer no había notado la presencia de Taemin, pues se sorprendió al escuchar que le hablaba.