Caerse Esta Permitido, Llorar En El Suelo También

Undécimo día: Lucha

Fue un paseo. Esa era la sensación que tenia cuando volvió a casa tras el torneo, habían ganado y ahora se encontraban volviendo a sus actividades escolares.
-Fue demasiado fácil- le confeso al chico, estaba en casa del pelirrojo leyendo apuntes que los profesores le habían proporcionado al capitán.
-¿El que?- pregunto el chico mientras hacia lo mismo que ella, la diferencia es que ella se encontraba tumbada sobre la cama del chico mientras él se encontraba sentado en la silla de su escritorio.
-Todo, el torneo, que tu padre me "acepté" temporalmente, que mis padres hayan decidido pasar de mí.- contestó enumerando todas las cosas que habían pasado durante esos meses.
-El torneo habrá sido fácil para ti, nosotros eramos los que jugábamos.- respondió el chico sonriendo, aquella competición había sido un nuevo nacimiento para Akashi. Tras haber empezado a salir con la castaña de golpe se había encontrado rodeado de sus compañeros de equipo, ya no eran solo compañeros o fichas, podía decir que se habían vuelto amigos. La relación que mantenía con la Generación de los milagros era un tanto compleja como para que unas pocas palabras bonitas pudiera arreglar todo el daño que les había hecho, pero a pesar de todo Momoi y su emperatriz se habían ocupado de hacer un grupo de Whatsapp para mantenerse en contacto con todos ellos, Ryota y la propia Satsuki se ocupaban de que los móviles de sus ex compañeros no pararan de sonar durante todo el día. Finalmente estaba su padre, el tema más complicado de todos, le había presentado a Kelly nada más volver. El hombre reconoció que la chica era bonita, que tenía un cuerpo que atraía, demasiadas curvas había dicho, pero a pesar de todo Akashi le había expuesto la situación. Todo es temporal, le había costado decir aquello, la chica por su parte no se lo tomó a mal cuando se lo contó, la emperatriz estaba viendo cosas que el emperador no, y eso le hacia sonreír.
Luego estaban los padres de Kelly, pero eso no era un problema el día que se plantó en la casa de la chica, su madre estaba demasiado asustada como para hablar, y el padre de ella, bueno ese hombre ni le miro solo se dedicó a preguntarle a su hija en que canal emitían el fútbol, eso le enfureció, pero prefirió no hablar. Según la chica cuando se marchó nadie en su casa le preguntó nada, eso debería deprimirla pero ocurrió todo lo contrario, ella estaba tranquila, y era feliz. Que sus padres la juzgaran era una de las cosas que peor le sentaban.
-He estado pensando- susurro el chico, ella cerro la libreta que se encontraba leyendo.- Podría ayudarte a ir a una prestigiosa universidad.- ella lo estaba acompañando en su soledad estaba encerrando al emperador ayudarla a salir de su hogar era lo mínimo que podía hacer.
-Todavia no sé que estudiar- susurró, Akashi tenía un par de ideas en mente, pero había una que le podía ser muy útil en el futuro.
-Derecho y dirección de empresas- le dijo y supo al instante que ella iba a hacerle caso- yo te contratare.
-¿Aunque no estemos juntos?- aquellas palabras eran dolorosas, Kelly podía quedarse a su lado momentáneamente pero algún día debía dejarla, pero llegado ese momento ¿querria hacerlo?
-Especialmente si no estamos juntos.- su voz sonó fría, pero ella no se asusto.
-Todavía queda mucho para eso- los labios de la chica habían ganando maestría a lo largo de aquellos meses.-¿Puedo quedarme a dormir?
-Debes quedarte.- sonrió, la emperatriz aún debía enseñarle muchas cosas antes de irse de su lado eso es lo que debía pensar

Siempre supo que su vida seria una mierda, no era porque su padre le soltara palizas a su madre o porque su madre buscará el cariño de varios hombres, o eso quería pensar, odiaba que aquellos dos imbéciles le marcarán de tal manera que afectara a su futuro. Pero así había sido, en el colegio había sido marcado, no porque fuera violento, es más tenia bastante claro que la violencia no era el camino, pero las madres de los otros niños le habían puesto un cartel, no te acerques a él, eso le habían dicho a sus hijos. Los niños luego se empezaron a meter con él, y finalmente todo acabó cuando le destrozo la nariz a uno de aquellos enanos.
Cuando llego la secundaria todo fue similar, bueno tal vez su vida mejoró un poco. Su padre acabó entre rejas, su madre siguió con sus romances de una noche, lo único que había cambiado era que se habían mudado a casa de sus abuelos maternos, su hermano estaba radiante pero claro su hermano era el niño prodigio, a una temprana edad consiguió asilo en casa de una profesora. Cuando el psicólogo le pidió que le hablara de su hermano se percató de que se parecía mucho a Kise, cuando saliera de allí debía disculparse con el rubio.
En la secundaria se encontró con el baloncesto por casualidad, eso lo ató de cierta manera, pero no fue suficiente. En aquella época una serie de juntas poco recomendables acabo por destrozarle, nunca se drogó, y alcohol bebía en su justa medida, el psicólogo le felicito por eso, pero había encontrado otra perdición las mujeres, y es que todas le parecían unas facilonas. Luego llego Akashi y le echo del equipo y él se encontró perdido, lo que le había mantenido lejos de toda esa mierda de mundo. Hasta que Akashi se lo quito. Unos días después se encontró con ella, a pesar de que siempre estaba triste que sus ojos retenían lágrimas, supo casi de inmediato que era muy bonita, no era las bellezas de las que se solía rodear pero su cara, aun aniñada cuando la conoció, le parecía demasiado bonita para estar tan triste. Pero él estaba roto, no podía ayudarla, no podía salvarla... Y eso lo enfureció más, comprendía que a él le pasaran cosas malas pero aquella chica, que ya le curaba las heridas, que nunca hacia preguntas y que era incapaz de mirarle a los ojos, no se lo merecía.
Pero a pesar de todo ella intento salvarle, ella le pidió que luchara contra todo lo malo. Tardo mucho en darse cuenta de que la estaba hundiendo, ahora se percataba de ello, era lo único que Kelly tenía pero  fue capaz de decirle que ella era importante para él. Seguramente tras lo ocurrido la había destrozado, ella era otra persona que entraba en su lista de gente a la qur debía pedirle perdón.

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El final se acerca, nunca pensé en hacerla muy larga, es mas solo es una descabellada idea que se me ocurrió una noche y que decidí escribir. Espero que os guste, y que comenteis.
Gracias por vuestro apoyo :)