Mi vecino el idiota

Prologo

Narra Marta

Hoy es dia de clase en salamanca, viernes para abreviar. Mi madre fue tan maja de despertarme con sus adorables cánticos para ir con mi hermano mayor al instituto.

Siempre tan amable.

-¡Marta,es hora de levantarse!-dice mi madre chillando como una loca.

-¡Ya voy mama!-solté igual de encantadora con mis ojos cerrados.

Dejé que pasaran unos minutos para después ir al baño a ducharme y a hacer mis necesidades. Me vestí con una camiseta básica para luego taparlo con una chaqueta vaquera que me quedaba como anillo al dedo. Me puse unos jeans de color negro y unas botas trenzadas. Me quedé satisfecha con el resultado así que bajé a comer algo antes de las clases.

-Buenos días mounstuito-dice mi hermano al verme pasar el mural que conecta el salón con la cocina.

Mi hermano es básicamente un sex-symbol. Tiene los típicos ojos azules moja bragas, pelo negro y un cuerpo de infarto.
Si no fuera mi hermano me le follaba.
¿Qué? No penséis mal de mi. Yo soy inmune a sus encantos. Soy la única persona que le ha visto cagarse encima cuando vio por primera vez a Maléfica en La bella durmiente.
Literalmente.

-Oye guapo que solo me sacas un año no te emociones- le decía mientras le frotaba la cabeza.

-Desayuna rápido que llegamos tarde.-soltó con una ligera risa-Ah, no te olvides de que mañana nos mudamos. ¿Vale?- me dijo señalándome con el dedo como si fuera subnormal.

-Tranquilo que tampoco se me olvida respirar.

Me mudaba al centro de la ciudad el día siguiente. Todos en nuestra familia estábamos de acuerdo con la decisión. Nuestro futuro hogar estaba mucho mejor conectado a los sitios que solemos ir que con el que tenemos actualmente. Solo piensa en que tardamos veinte minutos en ir al maldito cine.

Después de desayunar, me fui con mi hermano al instituto. Cabe recalcar que no teníamos la licencia para conducir porque ni siquiera éramos mayores de edad. En conclusión, fuimos andando pero con glamour. Paula, mi mejor amiga, me espera en la entrada principal del insti.

-Paula-decía mientras la abrazaba. Tan abrazable como siempre.

Paula es una chica de la misma edad que yo con pelo rubio liso y ojos azules muy bonitos, la cuento de todo menos cosas normales.

-Marta venga vamos que ha venido uno nuevo a clase y quiero saber quien es- me dijo al paso que me iba arrastrando hacía nuestra clase. Se la veía super emocionada a la chiquilla. No me extraña tampoco. Cuando tiene mucha curiosidad suele pasar esto.

Cambiando de tema. ¿Uno chico nuevo?¿Quién será? ¿Estará potente?

Una vez que entramos a la clase, bueno, más bien lo intentamos, me encuentro con el rostro de un chico cuyo pelo es oscuro con ojos verdes que me miraban fijamente. Uy dios mío, que mirada más profunda.

Es otra persona sin importar el sexo y se le bajarían las bragas solas.

-¿Quien eres?- dije sin pensarlo. Me suele pasar a menudo eso de hablar antes de pensar. Supongo que es cuando estoy nerviosa.

¿Pero estoy nerviosa ahora?

Si lo estas.

Cállate consciencia.

-Menuda forma de hablar al nuevo, niñita-dijo sonriendo malévolamente al ver lo pequeñita que soy comparado con él.

Pero él no sabe que se metió con la chica equivocada. Algo como uy, cariño, no me calientes.

-¿Qué me has llamado?- le dije con un tono más elevado de lo normal.

-Ni-ñi-ta-Me dice agachándose quedando un poco más cerca de mí. Podía notar un brillo de diversión en sus ojos.

Es cuarta cabeza más grande que yo y no quería perder más tiempo con este cavernícola sin cerebro así que hice lo que una diva haría, retirarme. Más que nada porque igual si me quedaba más tiempo iba a acabar yo encima de el arrancándole de cuajo la cabeza del cuerpo cual diablo en celo.

¿Existirán los diablos en celo?

Ya lo buscaré en Wikipedia.

Nuestros brazos se chocaron cuando fui a entrar a el aula y no porque yo quisiese si no porque él no se apartó el muy idiota. Tengo que admitir que fue algo duro empujarle, su brazo era muy fuerte pero lo disimulé.

Ya miraré en casa si me ha hecho marca.
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Después de las clases, me fuí a mi casa. Tenía que preparar todo para la mudanza. Tenía muchísimas ganas de cambiar de casa.

El día siguiente, nos levantamos pronto aun siendo sabado para desplazar todos los muebles. El viaje hacía el nuevo apartamento no era largo. Cuando llegamos al área , me quede contemplando el bloque donde estaremos viviendo los próximos años. Era blanca y reluciente, cada piso tenía su terraza al lado de el de los vecinos para que la faceta quedase mejor estructurada. Cada apartamento era un dublex y mis padres me asignaron la habitación que tenia balcón para no molestarles.

Chicos listos. Chicos listos.

Eran las seis y media de la tarde cuando por fin terminamos de llevar todo al apartamento. Yo llevaba la ultima bolsa con los libros infantiles de cuando Pablo, mi gran hermano, y yo éramos niños cuando me choco sin querer con una persona que nunca me habría imaginado...

Gracias por leer y espero que os hay gustado ☺️☺️.Es el primer libro que escribo asi que comentad que os ha parecido por favor.❤️❤️