DANZA DE ALMAS

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Ya había pasado un mes desde que Martín y Josefa se habían despedido. Las 15:55 minutos marcaba el tiempo estructurado en un reloj. Gracias por todos los momentos vividos le decía cómo podía. Josefa quería exprimirlo en un abrazo, Martin moría por besar sus labios, pero solo hubo un gracias que caía lento por el aeropuerto.

La vida transcurría tranquila para ambos, salvo por esa "rara" sensación en el pecho cuando de pronto cada uno en su lecho se preguntaba por el otro.

El día 31 de diciembre el bus desvío su recorrido, estamos con algunos problemas - señalaba el conductor.

Martín dejó de leer su libro no sin antes marcar una frase que lo hacía experimentar un vacío fértil "El amor perfecto es imposible, pero el verdadero sí que existe. Es aquel al que se le conoce por lo que ofrece y no por lo que exige. Aquel que le saca una sonrisa al alma, aquel que no somete, aquel que brilla".

Sentado en el banco miraba la conjunción social ad portas de año nuevo, esa ilusoria creencia de que al terminar el año todo vuelve a empezar. Y quizás era cierto, Dios no juega al azar. Josefa esperaba su bus que venía con retraso, su larga mirada era imposible de esquivar si en ella aún se podía ver el amor como un rayo de luz.

Hola - le dijo Martín. Josefa sintió que la atracción la desbordaba. Su silencio hablaba por ella, tragó aire y saludó a Martín con un tibio beso en la mejilla.

El bus a Temuco ya se va , decía el conductor quien había resuelto el problema.

Ya te tienes que ir le decía Josefa. Martín la miró ; es decir cerró sus ojos para ver con el corazón mientras la abrazaba. La chica de 27 años, sintió que la vida la golpeaba con un tremendo huracán de verdad. La verdad que sabía su alma, la verdad que existió desde que se conocieron , donde su danza sempiterna bailaba detrás de la luna y los besos eran estrepitosamente bellos.

Hasta luego le dijo Martín , para fundirse en la marejada de gente. El bus se iba lento por el carril del destino, Josefa miraba sin mirar, estaba contemplando su pulso que le decía Ama, pero Ama de verdad.

El despertar de su ilusión fue clave para entender que hay un amor que trasciende los ciclos humanos, que está por sobre los deseos, que no cubre las expectativas , que tan solo es una danza eterna de almas.

Se iba a subir a su bus cuando una mano la tomó por sorpresa. El giro de la vida la llevaba a los brazos de Martín. Josefa habría su pecho al encuentro de sí y de él. El amor se daba una oportunidad para ser, una danza de almas otra vez.

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⏰ Última actualización: Mar 11, 2017 ⏰

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