The Originals {spin-off}

Capítulo 4.

''Like two drops of blood''.

- Hola - de nuevo era su voz, la voz de ella, no podía abrir mis ojos era como si estuvieran pegados con alguna clase de pegamento. Sí, uno llamado miedo, y cobardía.

Finalmente los abrí, dejándome paralizada.

Realmente, era muy parecida a mí, no podía creerlo, que durante tanto tiempo, viví alejada de mí hermana.

- ¿Nina, no es así? - preguntó con una sonrisa en su rostro. Me limité a asentir.

Ella lucía tan valiente y segura de sí misma, ¿como era posible?.

- Bueno, creo que somos gemelas - mencionó riendo, de la nada se acercó a mi y me abrazo, no sabía cómo reaccionar, tenía mucho miedo, demasiado, pero había algo que me mantenía en pie, sin rendirme, aún que realmente no sabia cuál era ese motivo.

- Tu eres quien me quito mis poderes - hable nerviosa, se separó de mí, mirándome fijamente.

- Creo que esa no es la mejor bienvenida que le puedes dar a tu hermana - hablo Hayley sarcásticamente.

Todos rieron, incluyendo ella, con que clase de locos estaba metida, para todos era tan normal, incluyendo para la pequeña Hope, pero para mí, todo había cambiado, está mañana que desperté, si me hubiera advertido que esto sucedería a la persona que me lo hubiese dicho lo habría tachado de loco.

- Bueno, es momento de hablar - retomó la palabra el abuelo.

- Bien saben, las dos cumplirán la mayoría de edad la siguiente semana, lo que significa que te regresaremos tus poderes Kayre - tenía que interrumpir, suelo hacerlo mucho.

- ¿Y qué hay de mi? ¿No hay alguna manera en la que puedan devolverme los míos? - pregunté desesperada.

- No lo sabemos Nina, las cosas pueden cambiar - respondió mi abuela.

- Pero si no lo hacen, el poder será solo de tu hermana, y tendrás que aceptarlo, y ayudarla - hablo él de nuevo.

- ¡No es justo! ¿Como se supone que cumpla la promesa que le realice a Hope? ¿Como se supone que salve al hombre que me salvó la vida hace 14 años?, ¡soy una simple mortal inútil! - comencé a llorar.

- No lo eres Nina, haré lo posible por qué la magia sea divida entre las dos - respondió mi hermana, apoyando su mano en mi hombro, de cierta manera, sentía una gran conexión entre las dos, a pesar de ser la primera vez que la veía.

La platica siguió, emprenderíamos un viaje, los 6 a New Orleans.

No tenía idea si estaba preparada para esto, pero dentro de mí había una gran razón para hacerlo.

Después de una larga noche de manejo, Hayley nos llevo al lugar donde se ha estado refugiando durante 5 años, ahí se encontraban los ataúdes donde estaban los cuerpos de "los originales".

Comenzó el pequeño tour.

- Aquí hay algunas cosas que pueden ayudar para hacer las curas que necesitamos, en cuanto a los ataúdes, en el primero se encuentra Elijah, en el segundo Rebekah, después Freya, y por último Kol - termino apuntado el último ataúd en una orilla.

-Okay Hayley, necesito que nos acompañes a buscar algunas yerbas - hablo Kayre, al parecer aún que no tenía magia sabía mucho de eso.

- Nina - se dirigió a mi.

Voltee hacia ella.

- Necesito que Hayley, y los abuelos vengan conmigo, ¿podrías quédate aquí con Hope por algunas horas? - preguntó mi hermana.

- Pero soy una simple mortal, ¿qué tal si alguien viene en busca de ellos? -

- Estarás bien, haré un hechizo en el que nadie pueda entrar - hablo el abuelo.

No tenía de otra más que aceptar, la pequeña Hope, fue a una habitación del lugar, donde decidió tomar una siesta, mientras yo me quedaba ahí, sentada frente a 4 ataúdes, 3 con los primeros vampiros de la historia, y 1 con una de las brujas más poderosas.

Pero mi mirada estaba fija solo en uno, el primer cajón, donde sabía que se encontraba aquel noble hombre que salvó la vida de una bebé inocente, tocaba mi collar indecisa, tenía que abrir ese ataúd, tenía que ver su rostro, por qué no lograba recordarlo, era solo una niña de 3 años, cuando me salvó, es técnicamente imposible recordar el rostro de alguien que dejaste de ver a esa edad.

Mis manos jugaban con mi collar, me paré y me acerque al cofre, tenía una gran necesidad de abrirlo, pero no sabía si era correcto o no, cerré mis ojos, y tome la decisión de abrirlo, creo que no afectaría a nadie.

Levante la tapa, pero aún mis ojos seguían cerrados, no me atrevía a abrirlos, de pronto mi collar comenzó a quemar mi pecho, así que en un impulso, lo arranque de mi cuello, y abrí mis ojos, dejándome ver lo que estaba enfrente de mí.