| Beacon Hills High School |

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A la mañana siguiente ambos adolescentes se despidieron del sheriff y se dirigieron a la escuela. La escuela era un lugar muy grande para estar en un pueblo tan pequeño, pensó Alex.

Se reunieron con Scott en la entrada de la escuela y se asombraron cuando vieron la herida que él tenía en el abdomen. 

Alex se dio cuenta de un aroma nuevo que desprendía Scott, no era el de ayer por la noche, ahora tenía un fuerte aroma a lobo lo cual le desagradaba. "Tal vez hay hombres lobos aquí en Beacon".


-Estaba oscuro para ver bien, pero seguro que era un lobo. - Le explicó Scott a Stiles acrecentando las sospechas de Alex.

-¿Te mordió un lobo? No puede ser.- Comenzaron a caminar a la escuela.

-Oí aullidos de lobo.

-No puede ser.- Repitió Stiles.

-¿Cómo que no? ¿cómo sabes qué oí yo?

-Porque no hay lobos en California. Desde hace 60 años.

-¿En serio?

-Sí, en serio. No hay lobos en California.

-Si no me crees lo del lobo, entonces, no vas a creer cuando te diga que hallé el cadáver.- Dijo con orgullo.

Stiles se emocionó.-¿Es una broma?

Alex no entendía como podía emocionarse por tal cosa.

-Ojalá. Tendré pesadillas durante un mes.

-¡Dios mío! Es genial. Es lo mejor que le ha pasado a este pueblo desde....- Su vista viajó a una chica pelirroja vestida como modelo.- Desde que nació Lydia Martin. Hola, Lydia, te ves... - La chica pasó por su lado ignorándolo olímpicamente.- como si fueras a ignorarme. Tú causaste esto, ¿sabías?- Le recriminó a Scott.- Al arrastrarme a tu conducta de nerd, me convertí en uno por asociación. Me convertiste en un tragalibros.

El timbre sonó y los alumnos comenzaron a ingresar a la escuela. Como Alex era nueva tuvo que ir hasta la dirección a recoger su horario y la combinación de su casillero. Luego de eso la mandaron afuera de la escuela para que esperara al subdirector. Se sentó en un banco de madera junto a una chica muy bonita de cabello largo y risado de color negro.

-Hola, ¿eres nueva también?- Le preguntó con una sonrisa.

-Sí.- Respondió Alex simplemente.

-Ah, bueno, me llamo Allison Argent.- Le dijo tendiéndole la mano. Alex la estrechó y al instante imágenes de la vida de la chica pasaron por su mente.

-Soy Alex.- Habló con la mirada algo perdida.

El teléfono de Allison comenzó a sonar y tuvo que contestar la llamada.

-Mamá, tres llamadas el primer día es un poco exagerado.- Se puso a buscar algo en su bolso.- Tengo todo menos una pluma. ¡Dios mío! No puede ser que la haya olvidado.

Allison se dio cuenta que el subdirector venía y se apuró en cortar la llamada.

-De acuerdo. Tengo que cortar. Te quiero.

-Perdón por hacerlas esperar.- Les dijo el hombre.

Los chicas comenzaron a caminar detrás del hombre de traje.

-Decías que no te criaste en San Francisco, Allison.

-No. Vivimos ahí más de un año, lo cual es poco común para mi familia.

-¿Qué hay de ti, Alex? ¿De dónde dijiste que vienes?

-No lo dije en realidad.- Respondió tajante.

Alex |Teen Wolf |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora