Un amor imposible.
¿Realmente existe un amor imposible?
Si lo piensas sólo un poco nada es realmente imposible. Sólo que algunas cosas cuestan más que otras.
El desamor no significa que algo sea imposible, no ser correspondido no me parece que haga a ese amor "imposible".
Por que si lo analizamos bien, simplemente fue un amor que no pudo ser, en estas circunstancias y características, pero quizá en otras sí.
Tal vez lo estoy pensando demasiado.
YoonGi nunca me amo, y tal vez nunca lo haga.
Aún así la palabra imposible resuena en mi mente, pero no es justamente lo que define a mis sentimientos por él.
Más que imposible, lo nuestro era... prohibido...
Ahora puedo correr hacia él, tocar su puerta y verlo a los ojos.
Sí, lo veo. Veo claramente en sus ojos.
Tantos años pasaron, él realmente no cambio.
¿En qué estaba pensando cuando vine hasta aquí? ¿En qué pensaba realmente al buscarte?
Quiero saber por qué estamos mal, por que somo algo que no esta bien.
Por que es tan prohibido amarte.
Pero miro en tus ojos y no veo nada allí.
Estas tan vació, sin luz ni brillo. Sin todo eso de lo que me enamoro de ti.
— Ustedes deberían hablar. — escuche la voz de Taehyung. Quien me había traído hasta aquí.
Sus pasos en la lejanía me dijeron luego que se marchaba.
Debería decir algo.
¿Que digo?
Espere tanto tiempo este momento.
— ¿Porque vuelves? — pregunto estoico.
No expresaba nada.
Y eso me dolía.
Quebraba un poco más mi corazón. Incluso aunque yo creía que eso ya no era posible. Sí se podía, aún un poco más.
— Por ti. — movió mis labios.
Eso fue lo mejor que pude decir.
— No vale la pena. — soltó.
Sí.
Tu la vales.
Aun que el que no lo haga soy yo.
— Puede que no te importe, pero yo... — era difícil verte a los ojos.— Yo creo que merezco una explicación.
Era difícil hablar y no tartamudear. O atorarme con el nudo que se formaba en mi garganta.
Quería llorar.
Verte me hacia sentir tristeza. Verte me inspiraba ese sentimiento.
¿Porque?
Necesito llorar, pero, en tus brazos.
— Tu mereces más que eso. Más que esto. Más que cualquier cosa que yo pueda darte. — susurro.
Sus ojos comenzaron a brillar. Pero no ese ese brillo que yo recordaba.
Eran lagrimas.
Sus labios temblaron y una lagrima escapo.
Yo también necesitaba llorar.