Logré desabrochar su brasier con una mano, yo era un experto en eso, ella me quito los pantalones y el bóxer, yo hice lo mismo con ella, agarré el condón y me lo puse, sus gemidos se oían en toda la casa, ella apretaba las sabanas tan fuerte con la misma intensidad que rasguñaba mi espalda, duramos 2 horas teniendo sexo salvaje.
-Me dejaste agotada Jake-dijo mientras veía al techo y su respiración seguía alterada.
-Eres buena en la cama, una de las mejores con las que me he acostado-dije mientras me vestía.
-¿No te quieres quedar conmigo toda la noche?-dijo mientras se acercaba a mí.
-La verdad es que no, tuvimos sexo y ya, no creas que ahora empezaremos una linda relación.
-¿Sabes lo que eres Jake Lizan? Eres dos cosas-dijo enojada.
-¿Así? ¿Qué soy?.
-Un encanto y un hijo de puta.
-Lo sé-dije mientras atravesaba la puerta de su cuarto para después irme de la casa.
Eran las 10:30 PM, era viernes y estaba aburrido, así que decidí ir a un centro comercial para comprar un disco de mi artista favorito, era una noche fría pero hermosa, no había nubes, la luna brillaba al igual que las estrellas, llegué a la tienda de discos y compré mi disco.
Al salir hacia un poco más de frío, pasé a un parque de camino a casa, me senté en una banca para admirar aquella noche, me encantan las noches de este tipo, estaba ahí sólo pensando en mí, en mi vida, en mis planes, en mis metas, en mi familia, en mis amigos, se escuchaban las hojas secas chocar unas con otras, las hojas empezaron a crujir como si alguien estuviera jugando con ellas, alcé mi mirada al frente, era una silueta alta, con una sudadera gruesa y con la gorra puesta en su cabeza.
-Que linda noche ¿No?-esa voz aguda que yo recordaba me preguntó.
-Amm....Si-respondí sin entender lo que que estaba pasando.
-Tranquilo, no soy una secuestradora o algo parecido, perdón si te espante, a veces suelo pensar en voz alta-dijo riéndose en voz baja.
-No te preocupes, pensé que estaba sólo, de todos modos ya me iba.
-No, no te vayas, es bonito platicar con alguien en una noche tan bonita-me dijo mientras se acercaba a la banca dónde yo estaba sentado permitiendo ver su cara.
-¡Eres tú!-dije gritando, ella se quedo quieta y confusa-la de la pizzería eres tú.
-¿Tú eres el tonto que ignoró mi comentario amable sobre su chamarra?-dijo enojada mientras se sentaba a mi lado.
-Te dije "Gracias", ¿Recuerdas?.
-Claro, sin mirarme a los ojos- su voz seguía en el mismo tono.
-Perdona, no fue nada personal, a veces suelo ser un poco descortés, por cierto lindo suéter azul.
-¿Lo recuerdas?, al menos me acabas de confirmar que si me viste después.
-De hecho te vi dos veces, una cuando entraste al baño llorando, y la otra cuando te ibas con tu amiga.
-¿Me viste llorar?, que oso, no debiste de ver eso.
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Me enamoré de ella
RomanceJake es un deportista que no le importa enamorarse, el sólo quiere tener aventuras sexuales con cada niña que le llame la atención, el amor para él no existe. Kate es una estudiante que piensa que ningún hombre quiere una relación seria, piensa que...