Nuestra luna.

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-¡Vamos a desayunar!-gritó Max.

Miré mi celular y eran las 7 de la mañana.

-Es muy temprano, Max- le dije mientras me ponía mi almohada en la cara.

-Ben ya está nadando- dijo mientras se asomaba a la ventana.

-Está bien, está bien, déjame cambiarme y en un momento bajo.

-Te veo en el comedor, Jake.

Me paré, me cambié y decidí bajar al comedor, ellos ya estaban sentados tomando jugó de naranja.

-¿Les gustó nuestras micro vacaciones?- dijo Max con una sonrisa.

-Estuvimos menos de un día aquí, pero nadar me hizo muy bien- dijo Ben emocionado.

-Tenemos que salir más seguido, ¿Les parece?- pregunté viendo a los dos.

-¡Claro!

-¡Por supuesto!

Dijeron los dos.

Pasó la tarde y nos regresamos en la combi de Max, llegué a mi casa a las 10 de la noche.

-¡Ya llegué, mamá!- grité.

-La cena está servida- me contestó.

Me estaba bañando y estaba pensando en ella.
¿Le gustaré?, ¿Seremos novios?, ¿Y si tiene novio?, ¿Por qué me está gustando ella?, en mi mente pasaban muchas preguntas sobre Kate, Kate.... ese nombre me encanta, ¡No! Soy Jake, no me puedo enamorar, nunca me he enamorado, mi mente estaba hecha un desastre y todo por ella.



Estábamos en la segunda clase, Matemáticas, y yo sólo pensaba que en la noche la vería.

-Te noto un poco raro, Jake-dijo Ben-¿Todo bien?.

-Claro, todo normal.

Todavía no les había contado de Kate, ni lo pienso hacer.

Las horas pasaban lento, como si el destino no quisiera que el reloj marcará las 6.
Llegué a mi casa, nunca me había importado mi apariencia física con las otras, solo cogiamos y ya, pero esta vez es diferente.
Prepare mi ropa, la planché, me rasuré, me bañe, me puse loción, eran las 5:50 así que decidí irme para no llegar tarde.

Llegué al parque y estaba solo, empecé a ponerme nervioso, mis manos empezaron a sudar, mi pie empezó a moverse como si siguiera el ritmo de alguna canción, y la vi, estaba caminando hacia mi, mirando los árboles con su mirada inocente, venía con un suéter rosa y un pantalón negro, su pelo se veía tan bonito, ella se veía preciosa.

-Hola, niño-me saludó.

-Hola, Kate-le contesté mientras le daba un beso en su mejilla.

-¿Que tal te fue con tus amigos?

-Son unos locos pero los amo como si fueran mis hermanos.

Ella se me quedó viendo fijamente a los ojos, con su mirada tan linda.

-Que lindo que digas eso de ellos.

-Y ¿Como estuvo tu fin de semana?- le pregunté.

-Estuve ayudando a mi mamá con un negocio que quiere poner.

-La niña buena como siempre- me reí.

-Tú eres el típico chico malo ¿No?.

Me enamoré de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora