; prólogo

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"Muchas gracias~."
 

   
    
    

La pequeña palma se posó sobre la puerta de vidrio, empujándola para retirarse del establecimiento. El gélido invierno moría entre sus manos, siendo posteriormente extendido a su boca e interior: la amigable calidez era regresada por ese café, mismo que le brindaba las energías suficientes para continuar con sus longevas jornadas.

Y a pesar de todo, esa estación le agradaba.

No porque pudiera gastar sus ratos libres entre mantas observando sus películas preferidas o hacer guerras de nieve con sus amistades más cercanas, en absoluto... sino porque un mando blanco invade la región y no hay otro color predominante: el sentimiento de mayor integridad revoloteaba en su ser como un remolino de amarillentas hojas, ansiosas por descubrir todo lo porvenir, un destino inminente.

¡Qué bien se sentía! Por unos pocos meses iba a evitar comentarios relacionados a flores, lo bonitas que son o el precioso color que las compone.
 
 

     
 

"¡Jiwoo-ah!"
 
 


      
Un grito pudo escucharse a través de esa calle, fue una voz fácilmente reconocible para la rubia: se trataba de Matthew, su amigo más cercano desde la infancia.

Apenas tuvo que girar su rostro para observarle ya que éste fue ligero en ponerse a la par.
    
    

"Eish, siempre con ese café... ¿has comido ya, enana? No te olvides de conseguir las cosas para la fiesta."
 
 

  
 
Miradas de 'vas a morir' fueron dadas por la menor quien, casi sin percatarse, olvidó momentáneamente dicha celebración.

Matthew juró que sería algo pequeño, una 'reunión' para pasar el rato y charlar... aunque en el fondo supo cómo serían los verdaderos acontecimientos. ¿Su estilo? En absoluto, pero iba a asistir de todas formas. BM (como solían llamarle algunas amistades) en compañía del alcohol era una persona extrovertida.

Más de lo aceptado socialmente.
    
     
 

"No te preocupes, tendré todo listo para el sábado. Ahora, ¿podrías dejar de tratarme como un cachorro, oppa?"
 
 

  
    
La mano del chico daba pequeños toquecitos en aquella rubia cabeza, en parte recalcando su falta de estatura y por otro lado 'recompensándole' debido a su responsabilidad. Jiwoo tomaba café con ayuda de una pajita, abultando sus labios al verle.

Si le hubieran dicho que contaría con un amigo tan fiel y protector como lo era él... pocas posibilidades de creerlo, desde luego.

Algunos comentarios respecto a profesores, horarios de clase, recuerdos y demás fueron dichos en esa corta charla que duraba desde la tienda de café hasta el parque de Seúl, lugar en el cual solían separarse para concurrir a sus apartamentos.
    
    

"Pequeña... no olvidaste el exámen de mañana, ¿verdad?"
 
 

  
    
Y esa frase bastó para obtener a una Jiwoo desesperada mientras Matthew reía ante la desgracia ajena. Debía apurarse si no buscaba perder más tiempo que podría usar para estudiar.

Haber corrido ese par de cuadras simuló ser una gran opción... por supuesto, su aliento se esfumó. Mas lo consideraba algo justo, un pequeño 'karma' por ser tan distraída.

Mañana iba a ser un día complicado.

Acromatopsia [K.♤.R.D]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora